Por David Douglas
NUEVA YORK (Reuters Health) - La cirrosis y la hepatitis están asociadas con la aparición del carcinoma hepatocelular (CHC) en pacientes con diabetes, y la hepatitis C tiene especial importancia, publica un equipo de Taiwán en The American Journal of Gastroenterology.
Como dijo Shih-Wei Lai a Reuters Health: "En nuestro estudio, los pacientes diabéticos con cirrosis hepática, hepatitis B o hepatitis C tenían alto riesgo de desarrollar CHC, mientras que el riesgo asociado con la hepatitis C era mucho más alto que con la hepatitis B".
Según el equipo de Lai, de la Universidad Médica de China, en Taichung, hay cada vez más pruebas de que los pacientes con diabetes mellitus son más propensos a tener cáncer, en especial cáncer hepático.
Un estudio de Estados Unidos reveló que el riesgo de desarrollar CHC en esa población es el doble que en los no diabéticos, lo que también se registró en Taiwán.
El equipo analizó la información de una base de datos de seguros de salud para el período 2000-2005 y la utilizó para comparar 19.349 nuevos casos de diabetes con 77.396 personas con las mismas características. El seguimiento, cuando fue posible, duró hasta el final del 2008.
La incidencia del CHC fue dos veces más alto en los diabéticos que en el grupo de control (21 versus 10,4 por cada 10.000 personas por año), lo que equivale a una tasa de riesgo de 1,73.
Las tasas de riesgo también aumentaron significativa e independientemente según varios factores: ser hombre (2,32) y tener cirrosis (8,65), hepatitis B (2,52) y hepatitis C (5,61).
Los análisis estratificados demostraron que el grupo con diabetes y cirrosis más hepatitis C fue en el que más aumentó el nivel de riesgo (tasa de riesgo: 72,4).
Luego, el equipo examinó la relación entre el CHC y los medicamentos para la diabetes.
Tras considerar varios factores, el uso de metformina estuvo asociado con un nivel significativo de protección (tasa de riesgo: 0,49). Lo mismo ocurrió con las tiazolidinedionas (0.56). La insulina, las sulfonilureas y otros fármacos también disminuyeron el riesgo, aunque no significativamente.
En general, dada la influencia de las comorbilidades estudiadas, Lai concluyó: "Todo esto sugiere que los pacientes con estas enfermedades serían el grupo de más alto riesgo a monitorear. No debería subestimarse la importancia de la hepatitis C".
FUENTE: The American Journal of Gastroenterology, online 15 de noviembre del 2011