El sobrediagnóstico produce daño

Control prostático de rutina no previene muertes por cáncer

"Si un hombre está considerando hacerse la prueba de control, debería saber que existe poco o menos beneficio que riesgos"

Por Genevra Pittman

NUEVA YORK (Reuters Health) - El control anual de rutina del cáncer prostático no reduce la posibilidad de los hombres de morir por la enfermedad.

Al comparar a un grupo de hombres controlados anualmente mediante análisis del antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés) o exámenes rectales, con otro grupo atendido de manera habitual, un equipo observó que en 13 años se le había diagnosticado cáncer de próstata a más pacientes del primer grupo que del segundo, aunque no había diferencia en la cantidad que había muerto por la enfermedad.

Esto coincide con un estudio previo, en el que el mismo equipo no había hallado diferencias en la mortalidad entre los siete y 10 años posteriores al inicio de un programa de pesquisa.

También coincide con un borrador reciente de las nuevas guías del panel de expertos de Estados Unidos conocido como U.S. Preventive Services Task Force, que recomiendan no realizar la pesquisa de PSA a los hombres con un nivel de riesgo promedio de desarrollar la enfermedad.

"Si un hombre está considerando hacerse la prueba de control, debería saber que existe poco o menos beneficio que riesgos", dijo el coautor, Philip Prorok, del Instituto Nacional del Cáncer, en Bethesda, Maryland.

Prorok explicó que esos riesgos incluyen la detección y el tratamiento de tumores pequeños que habrían pasado desapercibidos o nunca hubieran causado problemas.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés), en el 2007 se les diagnosticó cáncer de próstata a 223.000 estadounidenses y 29.000 murieron por la enfermedad. Estas son las últimas estadísticas disponibles.

Los nuevos resultados surgen de un estudio nacional sobre los efectos de la pesquisa de los cánceres de próstata, pulmón, colon y ovario.

La investigación incluyó a unos 77.000 hombres de mediana edad y mayores, que entre 1993 y el 2001 participaron durante seis años al azar de un programa de pesquisa, que incluyó pruebas anuales de PSA y cuatro exámenes rectales, o que recibieron la atención habitual (en algunos casos incluyó la pesquisa del cáncer).

El equipo estimó que esa cohorte recibió la mitad de los controles realizados al primer grupo. En los 13 años que duró el estudio, se les diagnosticó cáncer de próstata a 4.250 participantes del programa de pesquisa anual, comparado con 3.815 del grupo de control.

Eso representa un aumento del 12 por ciento de los tumores detectados, según publica el equipo en Journal of the National Cancer Institute.

Pero no se observó una diferencia evidente en la cantidad de participantes que murieron por la enfermedad durante el estudio (158 del grupo controlado anualmente y 145 del grupo de control), aun tras controlar factores como la edad o la existencia de otras enfermedades.

"Etiquetar con cáncer a una persona que nunca sufrirá los efectos adversos de una enfermedad es perjudicarlo", dijo el doctor Philipp Dahm, urólogo de la University of Florida, en Gainesville, quien no participó del estudio.

Dahm agregó que el tratamiento, ya sea necesario o no, puede causar efectos adversos, como incontinencia e impotencia.

El especialista consideró que una limitación del estudio es que no permite comparar los resultados del cáncer prostático en hombres controlados anualmente con los que nunca se hicieron un análisis de PSA porque el grupo de control incluyó participantes que se hicieron el test.

FUENTE: Journal of the National Cancer Institute, online 6 de enero del 2012