Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio demuestra que reducir el tamaño de las porciones del plato principal del almuerzo de los preescolares permite agregarles más frutas y verduras como acompañamiento y que consuman menos calorías totales.
Los autores aseguran que los resultados les proporcionan a los padres otra estrategia para alentar a sus hijos a ingerir más verduras, mientras la obesidad infantil sigue aumentando y la población infantil no consume las porciones de frutas y verduras recomendadas.
"Hay que ser cuidadosos (con los platos principales) y servir las porciones adecuadas para cada edad", dijo Sara Sweitzer, especialista en nutrición de la University of Texas.
"Si los niños quedan satisfechos con la entrada, seguramente dejarán para el final las verduras y las frutas", agregó Sweitzer, que no participó del estudio.
Los padres pueden controlar si la cantidad de comida es la adecuada al revisar qué dejan sus hijos en la vianda y preguntarles cuánto comen. "Tienen que animarse a preguntarles si quieren todo el sándwich o sólo la mitad", recomendó la especialista.
En un establecimiento preescolar de Pensilvania, un equipo les sirvió a 17 niños seis variedades del mismo almuerzo un día por semana.
Las comidas incluían distintas cantidades de menos de la mitad de una taza y media de fideos con queso como plato principal, junto con una gran cantidad de arvejas y puré de manzanas sin azúcar, más un arrollado de granos integrales y leche.
El equipo de Jennifer Savage, de la Pennsylvania State University, observó que a mayor tamaño de la entrada, más fideos con queso y menos acompañamientos saludables comían los niños.
Los preescolares comieron casi toda la porción pequeña de fideos con queso, con unas 145 calorías. Pero también comieron casi todas las porciones más grandes y sumaron 390 calorías del plato principal.
Cuando se les sirvió la entrada más pequeña, los niños comieron casi la mitad de los acompañamientos saludables, incluidas las frutas y las verduras, comparado con apenas un cuarto cuando recibían la porción más grande de fideos con queso, según publica el equipo en American Journal of Clinical Nutrition.
La cantidad total de calorías que los niños consumieron en el almuerzo también varió según el tamaño de la entrada: 506 calorías con la porción más grande y 315 con la porción más pequeña.
Uno de los problemas más comunes, según comentó Sweitzer, es que los padres organizan la vianda de sus hijos con un plato principal demasiado grande, en parte porque les preocupa que sus hijos tengan hambre.
"La porción completa de fideos con queso es adecuada para el almuerzo de un adulto, pero no para un niño", dijo. Y agregó que un niño de 4 años no toma decisiones saludables en esa situación.
"Si un niño tiene la opción de comer gran cantidad de la entrada que más le gusta, lo hará hasta estar satisfecho. Cuando llegue al punto de saciedad, dejará de comer", explicó a Reuters Health.
Sweitzer aconsejó que los padres y los hermanos mayores les den el ejemplo a los más pequeños al elegir "snacks" saludables y consumir más acompañamientos nutritivos en las comidas.
FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, online 28 de diciembre del 2011