(Reuters) - Los niños que nacen por cesárea no son más propensos a volverse obesos que aquellos nacidos por parto natural, según revela un nuevo estudio efectuado en Brasil.
Una investigación brasileña previa habían hallado una relación entre el peso excesivo y las cesáreas, lo que llevó a muchos científicos a sugerir que no estar expuesto a las bacterias presentes en el canal de parto podría hacer engordar a los chicos en el futuro.
Pero los nuevos resultados, publicados en American Journal of Clinical Nutrition, sugieren que no sería así.
El estudio es de particular interés en Brasil, dado que en el 2009 más de la mitad de los bebés nacieron por cesárea. En Estados Unidos, la cantidad de partos por cesárea ha estado en aumento durante años y actualmente superan el 30 por ciento del total de nacimientos.
"Pensábamos desde el comienzo que probablemente lo que sucedía con los estudios previos es que no ajustaron todas las variables que pueden causar confusión", como la altura y peso de la madre, dijo Fernando Barros, de la Universidad Católica de Pelotas, quien trabajó en la investigación.
Barros y su equipo emplearon datos de tres grupos de varios miles de personas nacidas en el sur de Brasil en 1982, 1993 o el 2004.
Los investigadores contactaron a los niños a diferentes edades hasta que los mayores cumplieron 23 años. Aquellos nacidos por cesárea eran más propensos a tener mayor peso, con tasas de obesidad de entre el 9 y el 16 por ciento, comparado con tasas de entre el 7 y el 10 por ciento entre los chicos nacidos por parto natural.
No obstante, las diferencias se desvanecían cuando los investigadores tenían en cuenta factores como el ingreso familiar, el peso al nacer, la escolaridad, además del peso, la altura, la edad y el nivel de tabaquismo de la madre.
"Cuando uno toma en cuenta todos estos factores, la relación entre la obesidad y las cesáreas desaparece", dijo Barros.
El estudio brasileño anterior dejaba de lado muchos de estos factores, incluido el peso y estatura maternos, escribió el equipo de Barros en su informe.
"La explicación verdaderamente simple sería que las mamás más obesas requieren más cesáreas que las mujeres delgadas (...) y que realmente no se trata de la cesárea en sí", manifestó David Ludwig, director de la Clínica de Peso Óptimo para la Vida del Hospital de Niños de Boston, quien no participó del estudio.
Ludwig indicó que cuestiones como la dieta de las mujeres embarazadas y sus hábitos tabáquicos, y si la futura madre tiene o no diabetes, influirían sobre el feto en desarrollo.
Algunos creen que los bebés nacidos por cesárea son diferentes porque no están expuestos a las bacterias presentes en el canal de parto, como sí lo hacen los niños que nacen por vía vaginal.
La teoría es parte de una hipótesis que sugiere que el sistema inmune de una persona se desarrolla de forma diferente cuando no está expuesto a bacterias beneficiosas en el inicio de la vida.
"No estamos diciendo que esa hipótesis no es interesante. Lo es. Simplemente estamos diciendo, ahora, sin datos, que no podemos confirmar el hallazgo", dijo Barros.