Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio sugiere que a partir de la definición revisada del deterioro cognitivo leve, muchas personas con Alzheimer leve o inicial fácilmente podrían recibir aquel diagnóstico.
Los médicos ya consideran que el deterioro cognitivo leve es en muchos pacientes el primer signo de un futuro diagnóstico de Alzheimer. Y, para los autores, la nueva definición confundirá aún más esa frontera diagnóstica.
"Existe gran controversia (...) sobre la clasificación del deterioro cognitivo leve. Lo más difícil desde el principio fue definir sus fronteras. Inventar una etiqueta como ésta, genera confusión", dijo el doctor Peter Whitehouse, neurólogo geriátrico de la Facultad de Medicina de la Case Western Reserve University, en Cleveland, que no participó del estudio.
Originalmente, el deterioro cognitivo leve se les diagnosticaba a las personas con problemas de memoria, pero sin otros inconvenientes para pensar, razonar o realizar las tareas cotidianas.
Pero el doctor John Morris, de la Washington University en St. Louis, explicó que la definición se fue ampliando y las guías del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y la Asociación de Alzheimer de Estados Unidos ya alcanzan a las personas que no pueden hacer las tareas del hogar y hobbies.
Esos problemas funcionales siempre fueron parte del diagnóstico del Alzheimer inicial. Morris, único autor del estudio, atribuyó tanta confusión a que la mayoría de los casos de deterioro cognitivo leve se tratan en realidad de Alzheimer leve.
Otros pueden ser por un accidente cerebrovascular, ciertos fármacos o problemas de tiroides, que los médicos pueden detectar fácilmente si evalúan mejor a los pacientes.
Morris analizó datos de más de 17.000 personas evaluadas por Alzheimer en 33 centros entre el 2005 y el 2011, incluidas unas 6.000 a las que originalmente se les había diagnosticado Alzheimer o demencia leve asociada con el Alzheimer.
Los participantes tenían 75 años al momento de la evaluación, según publica Archives of Neurology.
El autor determinó que, a partir de la nueva definición del deterioro cognitivo leve, a casi todos los pacientes con demencia "muy leve" se les podría diagnosticar en cambio deterioro cognitivo leve. Lo mismo ocurrió con más del 90 por ciento de las personas con Alzheimer "leve".
Para Morris, esa superposición diagnóstica induciría una gran cantidad de decisiones subjetivas al determinar qué paciente tiene Alzheimer inicial y cuál tiene deterioro cognitivo leve, o a evitar un diagnóstico de Alzheimer porque es considerado "estigmatizante".
"Si la causa del deterioro cognitivo es el Alzheimer, comunicar el diagnóstico con la mayor precisión posible le permitirá al paciente y a su familia empezar a manejarse con la realidad de la enfermedad en un estadio en el que el paciente todavía cuenta con la capacidad cognitiva para participar de las decisiones", aseguró Morris.
La Asociación de Alzheimer estima que unos 5,4 millones de estadounidenses tienen la enfermedad, incluido uno de cada ocho mayores de 65 años.
Creighton Phelps, director del Programa de Centros para el Alzheimer del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, consideró que en cierto modo, la línea que separa el deterioro cognitivo leve del Alzheimer inicial es "confusa" y depende del juicio de cada médico.
Phelps señaló que muchos investigadores todavía sostienen que existe un rango entre la función cognitiva normal y la demencia del Alzheimer que merece una categoría propia.
FUENTE: Archives of Neurology, online 6 de febrero del 2012