Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Cuando las familias reciben la noticia de que un ser querido en estado crítico no sobrevivirá, un pequeño estudio indica que tienden a pensar que, en realidad, las posibilidades son mejores que las que los médicos anticipan.
"Siempre se tendió a atribuirlo a que los médicos no conversan (sobre el pronóstico) o las familias no comprenden lo que les dicen los médicos", dijo el doctor Douglas B. White, autor principal del estudio.
Si así fuera, la solución sería relativamente sencilla: los médicos podrían ser más claros al hablar, indicó White, profesor asociado de medicina de cuidados críticos del centro médico de la University of Pittsburgh.
Pero con su equipo comprobó que todo sería más complicado y su último estudio publicado en Annals of Internal Medicine así lo demuestra.
Los autores les pidieron a 80 familiares de enfermos críticos internados en una unidad de terapia intensiva (UTI) que interpretaran varios pronósticos hipotéticos, que no estaban relacionados con su ser querido.
En general, los participantes tendieron a interpretar los pronósticos buenos correctamente.
Pero si la mirada era más negativa, las familias tendían a asignarle un pronóstico más positivo. Cuando el paciente hipotético tenía un 50 por ciento de posibilidad de sobrevivir, cuatro de cada 10 participantes tendían a considerar que esa posibilidad era en realidad del 50-70 por ciento.
Y cuando la sobrevida era de apenas el 5 por ciento, dos tercios de los participantes tenían una interpretación más positiva.
"Si las familias pueden comprender correctamente un 90 por ciento de posibilidad de sobrevida, también deberían poder comprender un 5 por ciento de posibilidad", dijo White.
Eso, agregó, indica que no se trata simplemente de que los familiares confundan lo que dice el médico.
Luego de entrevistar a 15 participantes, el equipo detectó un problema de confianza. "Hay algo de escepticismo ante la capacidad de los médicos de predecir el futuro", indicó White.
Además, los familiares tendieron a pensar que aunque los médicos puedan predecir la posibilidad de sobrevida, cualquier paciente puede vencer esa posibilidad.
Claro que los médicos no pueden predecir el futuro con certeza y que algunas personas superan los riesgos.
Pero, según opinó White, lo que preocupa es esa mirada sistemáticamente optimista y exagerada de los familiares que les impediría tomar las decisiones que desearía su ser querido. El autor recordó que estudios previos habían sugerido que la interpretación de un pronóstico altera las decisiones del final de la vida, como el uso de soporte vital o RCP.
Existirían formar de lograr que las familias tengan una mirada más real.
A menudo, dijo el autor, los familiares necesitan tiempo. De modo que, en lugar de tener una conversación, los médicos pueden darles tiempo para procesar la primera información y volver a reunirse para conversar sobre el pronóstico.
Para White, "debería ser más de una conversación para que los familiares puedan preguntar y expresar sus emociones". También sería útil que los médicos expliquen los fundamentos del pronóstico, en lugar de lanzar un porcentaje al aire.
Al mismo tiempo, "tenemos que saber que la precisión y la certeza con la que los médicos pueden predecir el futuro son limitadas".
FUENTE: Annals of Internal Medicine, 6 de marzo del 2012.