Una jornada que pretende llamar la atención sobre una enfermedad crónica que puede afectar muy gravemente a la visión llegando a causar ceguera. Constituye la segunda causa de ceguera en el mundo occidental.
¿Qué es el glaucoma?
Para comprender qué es el glaucoma, conviene entender aunque sea someramente, cómo funciona el ojo. El ojo fabrica un líquido en forma constante llamado humor acuoso, que tiene varias funciones importantes. El humor acuoso circula dentro del ojo desde la cámara posterior a la cámara anterior, y sale del ojo a través de una serie de canales altamente especializados que forman una malla, y que se llama malla trabecular o trabeculado.
Esta malla trabecular se ubica en una zona del ojo llamada ángulo camerular o, simplemente ángulo. De acuerdo a las características del ángulo se puede clasificar a los glaucomas en función de si el ángulo es abierto o cerrado, entre otras posibilidades.
Habitualmente existe un balance entre la producción y la salida del humor acuoso de forma tal de mantener la forma y la función del ojo. Cuando el humor acuoso no puede salir del ojo, la presión intraocular (PIO) aumenta, lo que puede llevar al desarrollo del glaucoma.
Si la presión está elevada en forma importante o por un período prolongado, daña el nervio óptico.
El nervio óptico es un conjunto de fibras que llevan la información de lo que vemos al cerebro. Cuando se daña el nervio óptico, se comienza a perder el campo visual. Primero se comienza a perder el campo visual periférico. En esta etapa el paciente no nota nada, y recién nota una disminución de su campo visual cuando ha perdido un gran porcentaje del mismo. Los estudios disponibles en la actualidad son capaces de detectar el déficit visual con gran anticipación, mucho tiempo antes de que este déficit signifique un problema para la vida cotidiana del paciente.
No muy frecuentemente, el glaucoma puede ocurrir con PIO normal, lo que se denomina glaucoma de presión normal.
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Tipos de glaucoma
Glaucoma primario de ángulo abierto
Existen distintos tipos de glaucoma. El más común se denomina glaucoma primario de ángulo abierto, también llamado glaucoma crónico simple. Otros tipos de glaucoma son el glaucoma de ángulo cerrado, el glaucoma de presión normal, el glaucoma pigmentario, glaucoma exfoliativo o pseudoexfoliativo, juvenil, congénito, etc.
Es el tipo más frecuente de glaucoma en la población occidental. No tiene síntomas, es decir, no duele, no pica, no molesta. El nervio óptico se daña gradualmente lo que es acompañado por una pérdida en el campo visual, que comienza generalmente por la visión periférica. Si el glaucoma no es controlado, la enfermedad puede llevar a la ceguera.
Glaucoma primario de ángulo cerrado
Puede ser de curso crónico o de aparición aguda. El de curso crónico también puede tener un episodio agudo.
Glaucoma crónico de ángulo cerrado: puede tener un curso similar al de ángulo abierto, es decir, no tener sintomatología. Ocasionalmente puede tener un episodio subagudo, esto es, algún síntoma sin llegar a un ataque agudo.
Glaucoma agudo de ángulo cerrado: es un cuadro de emergencia que requiere tratamiento inmediato. Ocurre cuando el flujo de humor acuoso se interrumpe bruscamente, lo que genera una elevación brusca de la PIO. Los síntomas no son solamente oftalmológicos e incluyen dolor, visión borrosa, visión de halos coloreados alrededor de la luz, ojo rojo, náuseas y vómitos.
Glaucoma crónico de ángulo cerrado Dos posibles imágenes gonioscópicas en un glaucoma crónico de ángulo cerrado
Glaucoma agudo de ángulo cerrado. Nótese el ojo rojo, edema de cornea y la poca profundidad de la cámara anterior así como también la pupila fija en midriasis media Visión de un ángulo cerrado mediante gonioscopía
Secuelas luego de un ataque de glaucoma agudo de ángulo cerrado. Nótese el edema de cornea, atrofia de iris, catarata y ojo rojo Visión de un ángulo cerrado luego de tener un ataque de glaucoma agudo. Véase la atrofia del iris
Glaucoma de tensión normal
Es un glaucoma de ángulo abierto en el que existe daño en el nervio óptico y en el campo visual, similar al glaucoma primario de ángulo abierto, pero con valores de presión intraocular en los rangos normales. Es un cuadro no muy frecuente en la Argentina, aunque es más común en Japón.
Glaucoma congénito
Ocurre en bebés en quienes hay un desarrollo anormal de la malla trabecular o el ángulo del ojo. El glaucoma congénito puede estar descompensado, en donde la córnea se descompensa debido a la PIO elevada y en lugar de ser transparente es blanco-azulada. También puede ser compensado en donde la córnea se mantiene transparente aunque también es grave. El glaucoma congénito es quirúrgico.
Glaucoma juvenil
Generalmente se usa éste término para describir la presencia de glaucoma en niños, adolescentes y adultos jóvenes. También se habla de glaucoma pediátrico para referirse a la enfermedad en niños.
Glaucoma pigmentario
Es un tipo de glaucoma de ángulo abierto en el que el iris libera gránulos de pigmento que circulan por la cámara anterior y se depositan en la malla trabecular. Es más común en adultos jóvenes de sexo masculino, particularmente miopes.
Glaucoma asociado a la pseudoexfoliacion capsular
En esta condición, el ojo produce un material blanquecino que se deposita en la malla trabecular. Es más frecuente por encima de los 60 años en personas con ancestros europeos, particularmente alrededor del Mediterráneo.
Glaucoma secundario
Existen distintos tipos de glaucoma secundario, y son debidos a diferentes tipos de problemas tales como una inflamación intraocular, un traumatismo, un tumor, una cirugía previa, etc.
Glaucoma neovascular
En esta condición hay vasos sanguíneos anormales que crecen en el interior del ojo y obstruyen el ángulo y la malla trabecular. Las causas más comunes de producción del glaucoma neovascular son la diabetes no controlada y la oclusión de las venas de la retina.
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Factores de riesgo
Si bien el glaucoma puede ocurrir en cualquiera a cualquier edad, existen factores de riesgo para padecer esta enfermedad. Estos son los factores de riesgo principales para padecer glaucoma primario de ángulo abierto y de ángulo cerrado:
a- Factores de riesgo para padecer glaucoma primario de ángulo abierto:
Presión intraocular elevada.
Familiares con glaucoma.
Mayores de 60 años.
Mayores de 40 años en la raza negra.
Miopía (dificultad para ver de lejos sin anteojos). Algunos estudios no lo consideran un factor de riesgo.
Uso de esteroides en forma prolongada.
Diabetes. Algunos estudios no lo consideran un factor de riesgo.
Trauma ocular o cirugía ocular previa.
b- Factores de riesgo para padecer glaucoma primario de ángulo cerrado:
Presión intraocular elevada.
Mayores de 65 años.
Familiares con glaucoma.
Hipermetropía (dificultad para la visión cercana sin anteojos).
Traumatismo o cirugía ocular previa.
Los esquimales o personas de origen asiático tienen mayor riesgo.
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¿Cuáles son los síntomas del glaucoma?
Al principio, el glaucoma de ángulo abierto no tiene síntomas. No causa dolor y la visión se mantiene normal.
Sin embargo, si el glaucoma no es atendido, las personas empiezan a notar que ya no ven como antes. Sin tratamiento, las personas con glaucoma pierden lentamente su visión lateral (periférica). Es como si estuvieran viendo a través de un túnel. Con el tiempo, la visión central (hacia al frente) también puede disminuir hasta que se pierde por completo. El glaucoma se puede desarrollar en un ojo o en ambos.
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Examen oftalmológico en glaucoma
¿Cómo hace el oftalmólogo para determinar si tengo glaucoma?
El oftalmólogo va a realizar un examen oftalmológico que incluye varios pasos:
Examen de la agudeza visual: mediante este examen sabe cómo está su visión central.
Biomicroscopía: mediante la lámpara de hendidura, el médico oftalmólogo estudia las diferentes partes del ojo.
Tonometría o medición de la presión intraocular: el oftalmólogo coloca unas gotas en el ojo, y seguidamente apoya muy suavemente un instrumento denominado tonómetro en la superficie del ojo. Existen diferentes tipos de tonómetro.
Oftalmoscopía: Este exámen permite evaluar el estado del nervio óptico y el resto de la retina. Existen distintas formas de realizarlo. En ocasiones es necesario colocar unas gotas para dilatar la pupila y poder observar así mejor el fondo del ojo.
Gonioscopía: luego de colocarle unas gotas de anestesia, el oftalmólogo va a apoyar una lente de contacto especial sobre la superficie del ojo que le va a permitir observar el ángulo camerular. De esta forma podrá ver si su ángulo es abierto o cerrado, así como otros detalles clínicos.
Exámen de campo visual: el paciente, manteniendo la vista fija hacia delante, avisa apretando un botón cuando ve aparecer una luz dentro de su campo de visión. Hoy en día se utilizan equipos computados para este exámen. Estos equipos tienen diferentes programas destinados a detectar, entre otras cosas, el glaucoma.
Otros estudios que el oftalmólogo puede solicitar son:
Paquimetría: mediante este estudio es posible conocer el espesor central de la cornea. Para realizarlo, se colocan unas gotas de anestesia y se apoya una sonda en el área central de la cornea. Si la cornea es más gruesa que lo normal, la medición de la presión va a dar más elevado que lo que realmente es. Por el contrario, una cornea más delgada que lo normal va a dar un valor de presión intraocular menor que lo que es. Conocer el espesor central de la cornea es importante para determinar con exactitud el valor de la presión intraocular.
Métodos computados de exámen del nervio óptico y la retina: existen diversos métodos para analizar en forma computada y cuantitativamente el nervio óptico y la retina. En determinados casos, el oftalmólogo puede solicitar alguno de estos estudios.
Estadísticas de glaucoma
El glaucoma es una de las dos primeras causas más frecuentes de ceguera en el mundo.
Es la primera irreversible.
Se calcula que hay alrededor de 68 millones de personas con glaucoma en el mundo.
Diez por ciento de ellas son ciegas.
Varios millones más tienen presión intraocular elevada aunque no han desarrollado daño aún.
La mitad de las personas con glaucoma no sabe que lo padece.
El glaucoma no da síntomas en la mayoría de los casos. Asimismo en la enorme mayoría de los casos la
ceguera puede prevenirse con un control y tratamiento adecuados.
En los Estados Unidos la ceguera es el tercer problema de salud más temido luego del cancer y los ataques cardíacos.
Existe una falta de conocimiento real en la población acerca de esta enfermedad. Si hubiera una concientización mayor, se podría prevenir la ceguera en muchas personas.
*Información proveída por Fundación Glaucoma (www.fundacionglaucoma.org)