Por Pedro Lipcovich
Antes de la cirugía es necesario cambiar hábitos alimentarios.
¿Pueden las mujeres apelar a sus vaginas para combatir la obesidad? Sí, y no sólo por el tradicional método de gastar calorías en la actividad sexual: pronto, para las más gorditas, empezará a efectuarse, en un hospital público bonaerense, una intervención de cirugía bariátrica por vía transvaginal. La operación formará parte de un plan que ya incluye la realización de cirugías bariátricas convencionales en hospitales de la provincia. Pero, se sabe, el sobrepeso depende básicamente del comportamiento y ayer se lanzó un Plan Provincial de Alimentación Saludable, que se propone cambiar las conductas alimentarias, empezando por los niños. Su coordinadora, en diálogo con este diario, confió algunos tips para alimentarse mejor: por ejemplo, llevar frutas secas en vez de galletitas para picar entre las comidas; elogió el yogur, no importa que sea entero, pero desmintió que exista algún yogur o alimento que, por sí mismo, haga bajar el colesterol. El 49,5 por ciento de la población argentina tiene sobrepeso o es obesa. Y un estudio norteamericano muestra que, si los chicos vieran la tele 38 minutos menos cada día, podría controlarse la obesidad infantil.
“Estamos dispuestos a iniciar próximamente la cirugía bariátrica por vía de orificios naturales”, anunció a Página/12 Alberto Ferreres, jefe de cirugía del Hospital Bocalandro, en Loma Hermosa, partido de Tres de Febrero, y precisó: “Hay dos líneas de investigación, en las que hemos participado, en distintos centros universitarios del mundo. Una es por la boca, mediante un procedimiento endoscópico que permite efectuar así el bypass gástrico; la otra opción, para pacientes de sexo femenino, es efectuar la intervención por vía transvaginal; la Universidad de California en San Diego ha acumulado experiencia en esta cirugía”.
Las cirugías bariátricas convencionales ya vienen practicándose en los hospitales San Martín, de La Plata, El Cruce, de Florencio Varela, y el Bocalandro. “Cada paciente es evaluado por un equipo interdisciplinario: muchas veces resulta suficiente un tratamiento que, con apoyo psicológico y de especialistas en actividad física, modifique hábitos alimentarios y sedentarismo”, puntualizó Ferreres. Pero, “en ciertos casos de obesidad mórbida, cuando el sobrepeso supera el 35 por ciento del índice de masa corporal correspondiente a su talla, con complicaciones y fracasos en tratamientos previos, puede ser indicada la cirugía bariátrica” para reducir la capacidad de absorción del aparato digestivo; se la efectúa hasta ahora “por vía mínimamente invasiva, con pequeños orificios en la pared del abdomen”, puntualizó Ferreres.
Mónica López, coordinadora del Plan de Alimentación Saludable bonaerense, señaló que el objetivo es “mejorar las conductas hábitos de alimentación de la comunidad”. Desde el año pasado, en la provincia existe una ley que exige a los restaurantes suprimir el salero en las mesas y ofrecer sales con bajo contenido en sodio. Además, “si se trata de ‘picar’ entre comidas, es preferible reemplazar los alfajores o galletitas por frutas secas, más fáciles de llevar que las frutas frescas”.
“También –agregó la especialista– fomentamos el consumo de lácteos y yogures.” ¿Descremados? “No hace falta: los alimentos enteros valen si se consumen en la medida justa.” En cuanto a los yogures que supuestamente combaten el colesterol, “puede ser que sus ácidos grasos no generen colesterol de más, pero no que lo hagan bajar. Para lograrlo hay que comer menos grasas de origen animal y hacer ejercicio”.
La coordinadora del Plan destacó el valor de los talleres de alimentación para chicos, que empezaron a hacerse en las escuelas: allí, por ejemplo, “aprenden que puede estar bueno comer una manzana, o media manzana, y no siempre un alfajor. Es más fácil cambiar hábitos en los chicos que en los adultos, y ellos lo trasmiten a sus familias”, explicó.