Por David Douglas
NUEVA YORK (Reuters Health) - Si luego de una cesárea se cierra el músculo del recto o el peritoneo visceral eso tiene un impacto claro sobre la extensión de las adherencias posteriores que puede padecer una mujer, demuestra un nuevo estudio.
La cicatrización y curación de las heridas que afectan las distintas capas de tejido involucradas en una cesárea pueden producir adherencia entre los distintos tejidos y órganos internos. Esas adherencias pueden constreñir y obstaculizar la función de algunos órganos y la movilidad.
El cierre de los músculos del recto reduciría las adherencias, mientras que el del peritoneo visceral las aumentaría, indicaron investigadores.
Sin embargo, aún se desconoce cuál es el mejor enfoque, indicaron los autores en un artículo publicado en American Journal of Obstetrics and Gynecology.
La autora del estudio, Deirdre J. Lyell, dijo a Reuters Health: "Las adhesiones causadas por la cesárea son importantes y su prevención es clave".
"Estudios del cierre peritoneal en la cesárea arrojaron resultados conflictivos, dado que muchos combinan ambos tipos de cierre peritoneal (parietal y visceral) que parecen tener efectos opuestos (reducción de las adhesiones con el cierre parietal, aumento con el cierre visceral)", agregó.
Antes de realizar el presente estudio, el equipo de Lyell, del Centro Médico de la Stanford University, en California, esperaba que el cierre del músculo del recto no tuviera efecto sobre las adhesiones, y que el cierre del peritoneo visceral las aumentara.
Sus datos provinieron de un estudio prospectivo con 173 mujeres que se sometieron a una primera cesárea repetida. Se le pidió a los cirujanos que completaran un registro de adhesión validado inmediatamente después del procedimiento.
Se dejó a discreción de los cirujanos si habían cerrado o no los músculos del recto y el peritoneo visceral al momento de la cesárea primaria. Los músculos del recto fueron cerrados en 40 pacientes y del peritoneo visceral, en 25.
El cierre del músculo del recto en verdad no se relacionó demasiado con la aparición de mayor cantidad de adhesiones en general, o en zonas específicas.
De hecho, comparado con el cierre del peritoneo visceral, el cierre del músculo del recto se vinculó con menos adhesiones vaporosas y densas en general (un 27,5 versus un 46,0 por ciento) y menos adhesiones densas en general (un 17,5 versus un 46,0 por ciento).
"En los estudios que examinan el cierre de ambas cubiertas probablemente se escapa el efecto real", dijo Lyell.
"Estudios futuros deberían examinar estas cubiertas separadamente para comprender el impacto del cierre, con el fin de aprender cómo podemos reducir mejor las posibilidades de una mujer de desarrollar adhesiones" luego de una cesárea, añadió.
Con la alta tasa de partos por cesárea, concluyó la autora, "las adhesiones post-cesárea son, y seguirán siendo, un problema de salud pública".
FUENTE: American Journal of Obstetrics and Gynecology, online 9 de marzo del 2012