Por Kate Kelland
LONDRES (Reuters) - Estados Unidos considera el abuso de drogas como un problema de salud pública al igual que la criminalidad y está tratando de aprender de otros países el modo de abordar el tema como una enfermedad, dijo el jefe de la política anti estupefacientes del Gobierno de Barack Obama.
Gil Kerlikowske, el director de Política Nacional de Control de Drogas del presidente de Estados Unidos, dijo que el país está adoptando un enfoque más equilibrado frente a los consumidores de estupefacientes en lugar de llevar adelante una "guerra" centrada principalmente en la aplicación de la ley.
En declaraciones a periodistas durante una visita a Londres, Kerlikowske, ex jefe de policía, sostuvo que importantes avances en la ciencia médica habían demostrado que los trastornos de abuso de drogas son enfermedades crónicas que pueden prevenirse y tratarse eficazmente.
Agregó que la comunidad internacional debía reconocer esto y trabajar en conjunto en programas para prevenir y tratar a los drogadictos, ayudarles a recuperarse y estudiar reformas a los sistemas de justicia para detener la puerta giratoria del consumo, conducta criminal, encarcelamiento, liberación y reincidencia.
"Está muy claro que no podemos dejar de lado este problema (...) la disponibilidad de un tratamiento de calidad y el compromiso del sector de salud pública y de los médicos de atención primaria en materia de drogas es crucial", indicó.
Aunque las autoridades dicen que el uso de drogas ilegales en general en Estados Unidos ha disminuido sustancialmente en los últimos 30 años, hay más de 20 millones de estadounidenses que podrían beneficiarse de los programas de tratamiento y recuperación, dijo Kerlikowske.
Actualmente, sólo cerca de 4 millones de ellos reciben el tipo de ayuda que necesitan.
El abuso de medicamentos recetados se ha convertido en una seria preocupación en Estados Unidos durante los últimos años y fue el segundo factor más importante de muerte después de los accidentes en el 2007.
Kerlikowske, que estaba en Londres como parte de una gira por Suecia, Gran Bretaña y Rusia esta semana, dijo que el Gobierno de Obama estaba ansioso por hablar con aquellos que enfrentan los problemas de adicción de drogas en otros países para ver si los elementos de sus programas o enfoques podrían ser útiles en Estados Unidos.
También visitó previamente Portugal e Italia, así como México, Colombia y otros países de Sudamérica para ver diferentes tipos de programas sobre el consumo de drogas y planes de prevención.
Destacó un nuevo enfoque "bastante exitoso" en Portugal, donde desde el 2001 las autoridades han prescindido de arrestos, juicios y prisión para personas que llevan un suministro personal de cualquier droga, desde marihuana hasta heroína, y centraron sus esfuerzos en mensajes de prevención y tratamiento.
"Estamos contentos de aprender y visitar y tener los ojos bien abiertos para mirar a estos otros países (...) Sin embargo, cabe señalar que cerca del 85 por ciento de todas las investigaciones se lleva a cabo o está financiada por Estados Unidos (...) Así que también estamos felices de compartir con otros países lo que hemos aprendido", manifestó.
Los expertos de la Administración de Control de Drogas en Estados Unidos dicen que la evidencia apoya firmemente un mayor uso de tribunales de drogas, que buscan imponer programas de tratamiento en lugar de sentencias en prisión a delincuentes reincidentes dependientes de estupefacientes ilegales.
Kerlikowske dijo que nunca le había gustado el concepto de "guerra contra las drogas".
Sin embargo, afirmó que hace pocos años habría estado de acuerdo con la que probablemente era la opinión dominante entre el público estadounidense: si usted tenía un problema con las drogas "sólo necesitaba encontrar a Dios o superarlo mediante su propio esfuerzo".