Por Sharon Begley
NUEVA YORK (Reuters) - Un grupo asesor del Gobierno estadounidense desaconsejó el uso del test de control de rutina del cáncer de próstata conocido como PSA o antígeno prostático específico, argumentando la falta de un beneficio de salud concreto.
Al igual que en una propuesta preliminar en octubre del año pasado, la Comisión Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF por su sigla en inglés) le otorgó al control del PSA en los hombres saludables una "D", por la designación en inglés de "no recomendable" (don't recommend).
La reacción fue rápida y furiosa. Los defensores del uso de controles preventivos advirtieron que la recomendación costará vidas, pero los críticos de la pesquisa del PSA señalan que miles de hombres padecerán impotencia e incontinencia como resultado de tratamientos oncológicos innecesarios.
Una D significa que hay "moderada o alta probabilidad" de que un procedimiento no implique un beneficio neto o que los daños superen a los beneficios.
Esto consiste en una profundización desde la última recomendación del panel sobre el PSA, en el 2008, que indicaba que la evidencia era insuficiente para evaluar los riesgos y beneficios del procedimiento, aunque el control del PSA para los hombres de 75 años o más no era aconsejado.
Sin embargo, ahora "hay evidencia concluyente de que la cantidad de hombres que evitan morir de cáncer de próstata debido a un control luego de 10 a 14 años es, en el mejor de los casos, muy pequeña", señaló el panel en la edición del 22 de mayo de Annals of Internal Medicine.
Por lo tanto, los médicos deberían desalentar la utilización del test de PSA.
La recomendación no excluye la posibilidad de que los hombres pidan realizarse el control de PSA, o que los médicos lo ofrezcan. Pero podría afectar la posición de las aseguradoras, entre ellas el programa federal Medicare, que podrían optar por cubrir o no la prueba, que cuesta entre 60 y 80 dólares.
El único otro método de control es el antiguo examen manual del recto, que no puede detectar los cáncer pequeños e incipientes. Ni el examen manual ni el test del PSA pueden distinguir entre los cánceres agresivos y los de crecimiento lento.
Alrededor de uno de cada seis estadounidenses varones serán diagnosticados con cáncer prostático durante su vida. El 2,8 por ciento, lo que este año equivaldrá a unos 28.000 hombres, morirá como consecuencia de la enfermedad.
La mayoría de los casos no implican riesgo incluso sin tratamiento. La investigación ha demostrado que entre un cuarto y un tercio de los hombres de entre 60 y 70 años tiene cáncer de próstata, con frecuencia sin saberlo. Y tres cuartos de los mayores de 85 años lo tienen pero pocos mueren por ella.
El test del PSA, una prueba sanguínea, es una mala herramienta de control porque los niveles de antígeno prostático específico pueden aumentar por motivos que no están ligados al cáncer, incluida la edad y el agrandamiento prostático. Con todo, un nivel alto de PSA puede generar una biopsia para confirmar o descartar el cáncer.
La mayoría de las biopsias no muestran cáncer, lo que implica que el PSA arrojó un falso positivo.
Si bien muchos expertos consideran que la pesquisa del PSA causa diagnósticos excesivos, algunos reconocen que no realizar el test podría llevar a muchos hombres a sufrir y morir por cáncer de próstata.
RIESGOS Y BENEFICIOS
Además de los pocos beneficios del control del PSA, la USPSTF evaluó sus riesgos.
Al menos el 15 por ciento de las pruebas de PSA generarán una biopsia, luego de la cual un tercio de los hombres experimentarán dolor, fiebre, sangrado, infección, dificultad para orinar u otros problemas que requerirán atención médica.
Dado que los test de PSA no pueden distinguir entre cánceres inocuos y agresivos, los hombres podrían quedar expuestos a la impotencia sexual y a usar pañales ante un cáncer que quizá nunca les hubiera causado problemas.
La USPSTF no está diciendo que ningún hombre y bajo ninguna circunstancia debería someterse al control del PSA.
"Una recomendación D no excluye el debate entre médicos y pacientes para promover una toma de decisión informada que respalde la valoración y preferencias personales", indicó. Lo que se desaconsejan son los controles de rutina.
En tanto, expertos a ambos lados del debate coinciden en deberían terminarse los controles gratuitos masivos ofrecidos por cientos de hospitales y clínicas especializadas en urología.