Por Aparna Narayanan
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio realizado en Taiwán revela que la vacunación contra la hepatitis B protegería del virus durante 25 años, lo que sugiere que los refuerzos son innecesarios.
"La vacunación universal en la infancia brinda protección en el largo plazo", dijo el doctor Yen-Hsuan Ni, autor principal del estudio, de la Universidad Nacional de Taiwán, en Taipei.
Taiwán impuso la inmunización universal contra el virus de la hepatitis B (VHB) en 1984 debido a las altas tasas de infección, que es la principal causa del cáncer hepático, el segundo cáncer más común en Taiwán.
En el 2009, los participantes menores de 25 años eran mucho menos propensos a estar infectados que los de entre 26 y 30 años, que habían nacido antes de la vacunación universal.
"Su efectividad en los adultos jóvenes está demostrada", dijo Ni. Los participantes no habían recibido dosis de refuerzo, que no están recomendadas para la hepatitis B. Los resultados impulsan los hallazgos previos, obtenidos cada cinco años desde 1984.
Según el programa de inmunizaciones de Taiwán, los bebés de mujeres infectadas también reciben una inyección de proteína para eliminar el virus que es conocida como un anticuerpo, dentro de las 24 horas del parto, pero el estudio no halló que eso erradicara la transmisión vertical del virus.
"La transmisión madre-hijo sigue siendo la ruta clave de falla de la vacuna que debería superarse", dijo Ni.
El estudio, publicado en Journal of Hepatology, sugiere que otros países se beneficiarían si adoptan la vacunación compulsiva contra la hepatitis B en los bebés.
Se estima que 350 millones de personas en el mundo son portadoras del virus. Cada año, en Estados Unidos se infectan casi 100.000 personas, según la Fundación Hepatitis B.
La Organización Mundial de la Salud recomienda vacunar contra la hepatitis B a todos los bebés. Las tres dosis cuestan entre 75 y 165 dólares, y están disponibles gratis en los hospitales. Los efectos adversos comunes son enrojecimiento e inflamación del sitio de aplicación.
LOS REFUERZOS SON INNECESARIOS
Para el nuevo estudio, que financió el Hospital Universitario Nacional de Taiwán, el equipo de Ni reunió a más de 3.300 participantes menores de 30 años. Más de 2.900 de ellos, nacidos después de la vacunación universal, recibieron por lo menos tres dosis de la vacuna el primer año de vida.
Unos 370 participantes, nacidos antes de 1984, no habían recibido las vacunas.
Cuando el equipo obtuvo las muestras de sangre entre enero y diciembre del 2009, observó que menos del 1 por ciento del grupo vacunado portaba el virus y podía contagiar a otros, comparado con el 10 por ciento del grupo que no estaba vacunado.
En los mayores de 20 años, la tasa de infección no aumentó significativamente entre 1989 y el 2009, lo que hace que las dosis de refuerzo sean innecesarias.
El 56 por ciento de los que habían nacido después de la vacunación universal desarrollaron inmunidad contra la enfermedad, comparado con el 24 por ciento del grupo nacido antes.
El 7 por ciento de la cohorte vacunada tuvo una infección en algún momento, pero posiblemente se recuperó, comparado con el 28 por ciento del grupo sin inmunizar.
El 86 por ciento de los 25 participantes que desarrollaron una infección a pesar de estar vacunados eran hijos de mujeres portadoras del virus.
Para eliminar la hepatitis B hay que reducir la brecha en el acceso al tratamiento, incluida la transmisión del virus madre-hijo, según dijo el doctor Solomon Chen, de la Facultad de Salud Pública de Harvard.
"Las fallas de la vacuna debido a la transmisión intrauterina deberían superarse", agregó Chen, que no participó del estudio.
FUENTE: Journal of Hepatology, online 4 de junio del 2012