Hasta 300,000 personas de Estados Unidos podrían tener enfermedad de Chagas crónica informan las autoridades de salud.
Sin embargo, hace poco se documentó el primer caso confirmado en EE. UU. de transmisión de una madre a un recién nacido, lo que añade a la constante preocupación sobre esta enfermedad parasítica, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
La mayoría de personas con enfermedad de Chagas en EE. UU. son inmigrantes de áreas de Latinoamérica, donde la enfermedad es endémica, según el informe.
Aunque el Chagas es tratable y curable, con frecuencia no se reconoce. Si no se trata, la enfermedad dura toda la vida.
"Solo unas cuantas personas infectadas desarrollan síntomas precoces", señaló la Dra. Anne Moore, epidemióloga médica de los CDC. "La gran mayoría tienen síntomas tan leves, o ningún síntoma, que no saben que están infectados".
El parásito permanece en el torrente sanguíneo y gradualmente provoca enfermedad en los tejidos que afecta, y su tejido favorito es el cardiaco, advirtió Moore.
"Alrededor del 30 por ciento de los infectados desarrollan enfermedad cardiaca grave, que puede resultar letal", explicó.
El Chagas es propagado por los triatominos, unos insectos que pueden portar el parásito que provoca la enfermedad. Las personas se infectan cuando los insectos les pican para chupar sangre. Los insectos también se conocen como chinches besuconas, porque tienden a picar alrededor de la cara, comentó Moore.
Aunque la mayoría de personas que sufren de Chagas provienen de Latinoamérica y México, los insectos que provocan la enfermedad son comunes en las regiones bajas del sur, el este y el oeste de EE. UU., según los CDC.
No se sabe si la especie de estos bichos hallada en EE. UU. porta el parásito, señaló Moore.
"En realidad no tenemos buena información sobre si hay mucha transmisión en Estados Unidos. Ha habido unos cuantos casos, pero nadie lo está buscando, así que ignoramos la magnitud del problema", anotó.
Es probable que hayan ocurrido otros casos de transmisión entre madre y bebé en EE. UU., sin ser diagnosticados, según el informe. En otros países, la tasa de transmisión congénita de las madres infectadas es de alrededor de 1 a 10 por ciento.
Se usan dos medicamentos antiparasitarios para tratar el Chagas. "Ninguno está aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU., pero están disponibles de forma gratuita en los CDC", comentó Moore.
Ningún fabricante ha solicitado la aprobación del fármaco porque apenas hay unos cuantos casos de Chagas en EE. UU., anotó.
Moore cree que las personas latinoamericanas, sobre todo las mujeres embarazadas, deben ser evaluadas por el Chagas, en particular las que han vivido en áreas rurales. Muchos médicos desconocen la enfermedad, así que no la buscan en esos pacientes, añadió.
El informe aparece en la edición del 6 de julio de la revista Morbidity and Mortality Weekly Report.
El caso actual se dio en un bebé cuya madre había emigrado recientemente de Bolivia. El niño fue diagnosticado dos semanas después de nacer cuando los médicos observaron los parásitos Trypanosoma cruzi en la sangre.
El bebé fue tratado y curado con el antiparasitario benznidazol.
El Chagas también se puede propagar a través de transfusiones de sangre y trasplantes de órganos. En 2006, la Cruz Roja Americana comenzó a hacerles pruebas de Chagas a los donantes de sangre, anotó Moore. El Chagas se puede adquirir a través de comida contaminada con el parásito.
El Dr. Marc Siegel, experto en enfermedades infecciosas, enfatizó que "la enfermedad de Chagas es un recordatorio de que formamos parte de una comunidad mundial de salud".
El Chagas afecta a alrededor de diez millones de personas en todo el mundo, comentó Siegel, profesor asociado de medicina del Centro Médico Langone en la ciudad de Nueva York.
"Con todos los inmigrantes que tenemos, el Chagas se ha vuelto un problema más grande, porque se puede transmitir de madre a hijo o a través de una transfusión de sangre, no solo a través de un insecto", apuntó Siegel.
Este informe debe alertar a los médicos para que estén atentos al Chagas en pacientes con enfermedad cardiaca no explicada, aconsejó.
"No es un problema tan grande que debamos preocuparnos", dijo Siegel. "Pero es una tendencia a la que debemos estar atentos".
FUENTES: Anne Moore, M.D., Ph.D., medical epidemiologist, U.S. Centers for Disease Control and Prevention; Marc Siegel, M.D., associate professor, medicine, NYU Langone Medical Center, New York City; July 6, 2012, Morbidity and Mortality Weekly Report