Por Gene Emery
NUEVA YORK, 24 ago (Reuters Health) - La cirugía bariátrica sería "mucho más efectiva que el tratamiento habitual" para prevenir la diabetes tipo 2 en pacientes obesos, según publica un equipo de Suecia en New England Journal of Medicine. En un estudio de caso-control, la cirugía redujo un 78 por ciento el riesgo de desarrollar la enfermedad en el largo plazo.
En los 1.658 pacientes operados, principalmente con gastroplastia vertical con banda, el riesgo de desarrollar diabetes fue del 0,68 por ciento por año. En cambio, entre los 1.771 pacientes tratados de manera tradicional, el riesgo se cuadruplicó (2,84 por ciento por año). "La mayoría de los estudios publicados sobre cirugía bariátrica se concentraron en la remisión de la diabetes.
Este estudio es sobre su prevención", dijo por teléfono el doctor Ted Adams, de University of Utah, y que no participó del estudio. "Detectamos un marcado retraso (en la aparición de la diabetes) en 15 años", dijo el coautor, doctor Lars Sjostrom, de la Universidad de Gotemburgo, Suecia. "Algunos pacientes desarrollarán diabetes más adelante. Pero, en perspectiva, la diferencia es enorme." Y la mejoría surgió aunque los pacientes operados ya tenían más riesgo de desarrollar diabetes que el grupo control.
El equipo halló también que el IMC inicial no estuvo asociado con el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Los niveles de glucosa en sangre iniciales fueron más efectivos. Algo similar se había determinado en estudios sobre el efecto de la cirugía en la frecuencia de infartos, accidentes cerebrovasculares, prevención del cáncer y mortalidad general. Por lo tanto, el autor dijo que "es tiempo de prestarle menos atención al grado de obesidad cuando se seleccionan a los pacientes para utilizar la cirugía bariátrica".
En un editorial, el doctor Danny Jacobs, de la Facultad de Medicina de Duke University, Durham, Carolina del Norte, escribe: "Tener en cuenta los resultados de la cirugía bariátrica en millones de adultos obesos candidatos sigue siendo poco práctico e injustificado". Pero admitió que los resultados ayudarían a los médicos a comprender por qué funcionan los distintos tipos de cirugías y seleccionar a los mejores candidatos para esos procedimientos.
Para Sjostrom, se necesitan más estudios y los análisis de los costos de los beneficios y las complicaciones de la operación que se están realizando se publicarán dentro de un año o más. "Podría ser que la cirugía sea muy costo-efectiva -dijo-. Quizás se ahorre dinero si se operan pacientes con alteración de la glucosa en ayunas, ya que por cada 13 de esos pacientes operados, 10 no desarrollarían diabetes". La doctora Jaime Ponce, presidente de la Sociedad Estadounidense de Cirugía Metabólica y Bariátrica, consideró que el estudio es una prueba más de que el sobrepeso es clave para la aparición de la diabetes.
Tres pacientes (0,2 por ciento) murieron en los 90 días después de la cirugía; el 4,8 por ciento desarrolló complicaciones pulmonares; el 3,2 por ciento tuvo vómitos; el 3,5 por ciento adquirió infecciones, y el 2,1 por ciento tuvo hemorragias o tromboembolias.
A los 90 días, el 2,8 por ciento necesitó una segunda operación. Los autores recuerdan que cambiar el estilo de vida o utilizar fármacos para adelgazar reducen un 40-45 por ciento el riesgo de desarrollar diabetes.
Para determinar si la cirugía para adelgazar tendría el mismo efecto, los autores diseñaron el nuevo estudio, que depende de otro más grande llamado Personas Obesas de Suecia (SOS, por su nombre en inglés). Ningún paciente tenía diabetes al inicio del estudio SOS en 1987.
El ingreso se cerró en febrero del 2001. El grupo operado había adelgazado unos 20 kg a los 10 y 15 años de la intervención, mientras que el grupo control pesaba unos 3 kg menos que al inicio del estudio. (Este grupo sólo había recibido atención preventiva con recomendaciones para comer mejor y hacer más ejercicio).
El equipo estimó que la cirugía reduce un 83 por ciento el riesgo de desarrollar diabetes. En el 2009, el equipo del SOS había demostrado que la cirugía bariátrica reduce el riesgo de cáncer en las mujeres obesas y en el 2007 había hallado que reduce la mortalidad en el largo plazo.
FUENTE: New England Journal of Medicine, agosto del 2012.