Por Amy Norton
NUEVA YORK, 27 ago (Reuters Health) - Los antecedentes familiares de enfermedad cardíaca prematura son un factor de riesgo de cardiopatías en futuras generaciones. Y un nuevo estudio sobre cuatro millones de daneses durante tres décadas lo refuerza aún más.
Un equipo halló que las personas que habían perdido al padre, la madre o un hermano joven por enfermedades cardíacas eran dos veces más propensas que el resto a que se les diagnosticara enfermedad coronaria antes de los 50 años y el doble de riesgo de desarrollar una arritmia ventricular fatal.
Nada de esto significa que los genes determinan un destino con enfermedad cardíaca, según aclaró el doctor Amit Khera, cardiólogo especializado en prevención. "Una persona no necesariamente tendrá un infarto porque sólo tiene el nivel de riesgo elevado", dijo Khera, director del programa de cardiología preventiva del Centro Médico Southwestern de University of Texas, Dallas. Pero agregó que los resultados muestran la importancia de conocer los antecedentes familiares. Eso, según explicó, permite modificar el estilo de vida y conversar con el médico sobre los controles de rutina necesarios, como la toma de presión habitual o el control del colesterol.
Un equipo del Instituto Estatal de Serología, Copenhague, revisó información de unos cuatro millones de ciudadanos de Dinamarca nacidos después de 1949. En el período 1978-2008, a casi 130.000 se les diagnosticó alguna enfermedad cardíaca antes de los 50 años. Y ese riesgo se multiplicó cuando un familiar en primer grado había muerto por problemas cardíacos antes de los 60 años, según publica Journal of the American College of Cardiology.
Lo mismo ocurrió si un familiar en segundo grado, como un abuelo o un medio hermano, había muerto joven por causas cardíacas. En ese caso, el riesgo de desarrollar enfermedad coronaria, por ejemplo, aumentó un 43 por ciento si un familiar en segundo grado había muerto antes de los 60 años. "Este estudio nos dice que también influyen los antecedentes de los abuelos", apuntó Khera. Y cuantos más familiares habían muerto jóvenes, mayor era el riesgo.
Cuando dos o más familiares en primer grado habían fallecido por causas cardíacas antes de los 60, el riesgo de desarrollar enfermedad coronaria temprana se quintuplicaba. "Como ocurre con otras enfermedades crónicas, hay que indagar todo lo posible sobre los antecedentes familiares", dijo el doctor Mattis Flyvholm Ranthe, autor principal del estudio. Y si el médico no lo hace, Khera recomendó averiguar si hay familiares que murieron jóvenes, ya sea por enfermedad cardíaca o causas desconocidas, y comentárselo al médico. No se pueden cambiar los genes para reducir el riesgo cardíaco, pero sí se puede modificar el estilo de vida. Por ejemplo, se puede no fumar, hacer ejercicio y comer saludablemente. "Saber que hay algo que se puede hacer", finalizó Khera.
Por ahora, se desconoce la magnitud del efecto de esos cambios o de la medicación para la hipertensión o el colesterol elevado en la población con antecedentes cardíacos. Pero sí se sabe que reducen el riesgo general, según indicó Khera. "No hay motivo para sospechar de que las estrategias preventivas no se aplicarían también a esa población de riesgo", dijo.
FUENTE: Journal of the American College of Cardiology, online 20 de agosto del 2012.