Valentín Fuster, España

Mejor la “promoción de la salud” que la prevención de la enfermedad

«Si la salud fuera un coche, la ciencia sería el motor que la impulsa, y la educación, la gasolina»

Fuente: Materia

El cardiólogo español cree que los mensajes negativos para evitar las patologías cardiovasculares ya no funcionan

Valentín Fuster está cansado de hablar de la prevención de la salud. El cardiólogo español más conocido y reconocido internacionalmente explica que los mensajes negativos ya no funcionan. “No puedes estar constantemente advirtiendo a la gente de que se va a morir si no toma determinadas medidas”, dijo el director general del CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares) en un encuentro con los medios, celebrado ayer en el CaixaForum de Madrid  previo a la presentación de la Iniciativa Vive. Esta iniciativa es un proyecto  de la Fundación Pro CNIC y la Fundación SHE para mejorar y promocionar la salud cardiovascular en España.
 
“Los mensajes negativos ya no sirven”, insistió Fuster, que aboga por dejar de hablar de la prevención de la salud para hablar de su promoción. “No se trata de hablar de algo a evitar si no de algo a promover”, añadió.
 

«Si la salud fuera un coche, la ciencia sería el motor que la impulsa, y la educación, la gasolina»

--------------------------------------------------------------------------------
Valentín Fuster, Director general del CNIC
El cardiólogo, premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 1996, creo que esa apuesta se tiene que basar en tres pilares: la ciencia, la salud y la educación. “Si la salud fuera un coche, la ciencia sería el motor que la impulsa, y la educación, la gasolina”, dijo. Explicó, por ejemplo, que la ciencia ha conseguido prolongar la vida seis años en tres décadas, “pero la salud es cada vez peor”. Según dijo posteriormente en una mesa redonda el ex secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, las patologías cardiovasculares cuestan más de 300.000 millones de dólares, mientras que en España diversos estudios han situado ese coste en alrededor de los 7.000 millones de euros.
 
Fuster cree que una buena manera de promocionar la salud, en lugar de prevenir la enfermedad, es centrar los mensajes positivos en niños de entre 3 y 6 años, mostrándoles ejemplos también positivos en adultos y ancianos que estén sanos, “como un hombre de 90 años trepando un árbol o los pulmones de un alguien de 70 que no haya fumado”.
 
La Fundación SHE invierte 3,6 millones de euros al año en la formación de 24.000 escolares en Madrid y Cataluña. En 2015, pretende educar en salud cardiovascular a 100.000 niños de esas dos comunidades, además de Galicia y Andalucía.