Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio sugiere que en los hombres que consumen tomate disminuiría el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV).
Un equipo de Finlandia halló entre más de 1.000 hombres que aquellos con niveles del antioxidante licopeno relativamente altos eran menos propensos a tener un ACV en 12 años.
El licopeno es una sustancia química que le aporta el color rojizo a alimentos como el tomate, los pimientos rojos, la sandía y la papaya. Para la mayoría, los tomates y sus derivados son la mayor fuente de licopeno en la dieta.
Pero el estudio, publicado en la revista Neurology, no prueba que el consumo de tomates y ketchup disminuya el riesgo de tener un ACV.
"Este tipo de estudio es interesante, pero tiene varias limitaciones", opinó el doctor Larry B. Goldstein, director del Centro de ACV de Duke y profesor del Centro Médico de la Duke University, en Durham, Carolina del Norte.
Goldstein sostuvo que existirían otros factores en los hombres con altos niveles de licopeno, que el estudio no determinó, que podrían explicar la menor predisposición a un ACV.
El estudio incluyó 1.031 hombres de entre 46 y 65 años; se determinaron los niveles en sangre de licopeno, alfa y beta caroteno y vitaminas E y A.
En 12 años, se registraron 11 ACV en el 25 por ciento de los participantes con los niveles de licopeno más altos, frente a 25 en el 25 por ciento con los niveles más bajos.
Tras considerar los factores que modifican el riesgo de tener un ACV (tabaquismo, hipertensión y diabetes), el grupo con altos niveles de licopeno se mantuvo con un 55 por ciento menos riesgo de tener un infarto cerebral. El resto de los nutrientes no estuvo asociado con ese riesgo.
Jouni Karppi, de la Universidad de Finlandia del Este, en Kuopio, consideró viable que el licopeno influya de manera directa en el riesgo de padecer un ACV.
El licopeno es un "antioxidante potente", dijo. Eso quiere decir que protege las células del daño que puede producir enfermedad. Ensayos de laboratorio sugieren que elimina la inflamación sistémica y los coágulos sanguíneos, a la vez que superaría a otros antioxidantes.
Pero el estudio carece de información clave, como los hábitos alimentarios de los participantes, que explicarían por qué el licopeno está asociado con una reducción del riesgo de ACV. Karppi dijo que los resultados respaldan la recomendación de consumir gran cantidad de frutas y verduras.
Para Goldstein, la alimentación saludable es clave. Recordó que existen ejemplos en los que los investigadores y la población habrían puesto demasiadas esperanzas en un solo nutriente, como la vitamina E o el betacaroteno.
No obstante, ensayos clínicos versus placebo mostraron que la vitamina E no reducía el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca y que el betacaroteno podría estar asociado hasta con un aumento del riesgo cardíaco en algunas personas.
"Los resultados respaldan las actuales recomendaciones: tener una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras", finalizó Goldstein.
FUENTE: Neurology, online 8 de octubre del 2012