Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Entre casi 55.000 adultos estudiados durante un año, un equipo de Finlandia observó que quienes se mudaban cerca de un bar eran de alguna manera más propensos a aumentar la cantidad de alcohol que consumían.
Es más: cuando un participante se mudaba a menos de 1 km de distancia de un bar, crecía un 17 por ciento el riesgo de empezar a beber alcohol destilado en exceso (más de 300 ml por semana para los hombres y unos 200 ml para las mujeres).
Esa asociación no prueba que la distancia al bar solamente vuelva alcohólicas a las personas. "Hay otros factores que también explicarían la relación observada", dijo por e-mal la autora principal el informe, Jaana L. Halonen, del Instituto Finlandés de Salud Laboral, de Kuopio.
Con su equipo también estudió a un subgrupo de personas que no se mudaron, sino que cerca de sus casas se abrieron nuevos bares. Y los resultados fueron similares.
El equipo consideró otros factores, como la pobreza del barrio. (En Finlandia, según explicó Halonen, la población de bajos ingresos es más propensa a beber en exceso que la población más rica). Y la distancia al bar se mantuvo asociada con el riesgo de beber excesivamente.
Los resultados, publicados en Addiction, surgen de encuestas a 54.778 empleados públicos de Finlandia seguidos durante siete años. Al inicio del estudio, el patrón de consumo excesivo de alcohol era más común entre los que vivían más cerca de los bares, restaurantes u hoteles con bar.
Algo más del 9 por ciento de los que vivían a unos 0,12 km del bar más cercano bebían en exceso, comparado con el 7,5 por ciento de los que residían a unos 2,4 km de distancia.
Cuando el equipo analizó los patrones en el tiempo, observó que los que se mudaban más cerca de un bar o tenían bares más próximos tendían a tener más posibilidad de volverse bebedores en exceso.
Ese aumento del riesgo fue leve, pero Halonen señaló que, respecto al nivel de población, esa asociación "modesta" entre el acceso a los bares y el consumo excesivo de alcohol se vuelve "evidente".
Para Halonen, es posible que restringir el horario de los bares o de otros sitios de venta de alcohol limitaría el riesgo de consumo entre los habitantes.
Dado que el estudio se realizó en Finlandia, una pregunta es si los resultados se aplicarían a otros países. Eso se desconoce, según indicó Halonen, porque los hábitos de consumo y las "normas culturales" varían entre los países.
"Por ejemplo -indicó-, en Reino Unido y Australia, el consumo excesivo de alcohol es más común que en Finlandia, mientras que en Estados Unidos no es tan frecuente".
FUENTE: Addiction, online 18 de octubre del 2012.