Alrededor de la cuarta parte de los casos de personas que sufren de coágulos de sangre peligrosos en las piernas o en los pulmones, algo conocido como tromboembolismo venoso (TEV), se producen por causas desconocidas, y a la mayoría de ellos se le recetará un medicamento anticoagulante potente, como la warfarina, en los meses posteriores a la formación del coágulo.
Pero, ¿qué hay de la atención a largo plazo, para prevenir la recurrencia del coágulo, los ataques cardiacos o los accidentes cerebrovasculares (ACV)? Un estudio reciente sugiere que los pacientes que toman una dosis pequeña diaria de aspirina después de haber dejado los anticoagulantes potentes pueden resultar realmente beneficiados.
Aunque este estudio por sí solo no puede mostrar que la terapia con aspirina tuviera un efecto significativo en la prevención de los coágulos recurrentes en estos pacientes, sí mostró que hay un descenso del riesgo general de problemas cardiovasculares, como el ataque cardiaco, el ACV, las hemorragias importantes o la muerte por cualquier causa.
El estudio se presentó el domingo en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) en Los Ángeles, y se publicó simultáneamente en la revista New England Journal of Medicine.
Los autores del estudio afirmaron que había una tendencia "no significativa" que daba a entender que la aspirina puede prevenir un segundo TEV, pero el grupo de estudio era demasiado pequeño como para otorgarle un significado estadístico.
No obstante, añadieron, cuando se combinaron los hallazgos de este estudio con los de un ensayo parecido llamado WARFASA, los datos combinados sí mostraron que una aspirina diaria puede servir para la prevención contra los coágulos sanguíneos recurrentes.
"El mensaje esencial del estudio que hemos presentado hoy, combinado con el estudio WARFASA que se publicó a principios de año en la revista NEJM, es que la aspirina conlleva un beneficio: una reducción de alrededor de un 30 por ciento del riesgo de trombosis venosa, y también un efecto parecido en la reducción de eventos vasculares importantes, como el ACV, el infarto de miocardio [ataque cardiaco] y la muerte cerebrovascular", afirmó el autor del estudio Timothy Brighton, un hematólogo asesor en Sídney, Australia.
Los TEV incluyen coágulos súbitos potencialmente letales en las piernas (trombosis venosa profunda o TVP) y coágulos que llegan a los pulmones, los llamados embolismos pulmonares.
Tal y como explicó Brighton, en alrededor del 75 por ciento de los casos se conoce la causa de estos coágulos, como por ejemplo una lesión, una operación quirúrgica o una enfermedad subyacente. Pero en la otra cuarta parte de pacientes, la causa sigue siendo desconocida.
Más de 800 personas con un TEV por causas desconocidas fueron incluidas en el nuevo estudio. Se suministró una dosis pequeña (100 miligramos al día) de aspirina aproximadamente a la mitad de ellos, mientras que a la otra mitad se les dio un placebo, tras haber completado su régimen inicial con un anticoagulante más potente. Se siguió a los participantes durante un promedio de más de tres años.
Brighton observó que los pacientes a menudo no pueden seguir tomando anticoagulantes como la warfarina de forma indefinida, por los riesgos de hemorragia y los inconvenientes que estos medicamentos conllevan.
"Sin embargo, la pregunta viene después [de dejar la terapia inicial con anticoagulantes]: ¿y ahora qué?", comentó.
La respuesta, tanto del nuevo estudio y como de WARFASA, parece ser la pequeña dosis diaria de aspirina. El grupo de Brighton también indicó que el número de incidentes por hemorragia eran parecidos en los que tomaban pequeñas dosis de aspirina y los que tomaban el placebo, lo que sugiere que la aspirina no aumenta el riesgo de hemorragia.
Un cardiólogo afirmó que el estudio es esperanzador para los pacientes. El Dr. Stephen Green, presidente asociado del departamento de cardiología del Hospital Universitario de North Shore en Manhasset, Nueva York, aseguró que aunque es cierto que el ensayo (por sí mismo) no encontró que la aspirina tuviera un efecto significativo en la reducción del TEV recurrente, "el estudio fue lo suficientemente positivo como para que los médicos consideren la aspirina a largo plazo para pacientes que dejan de tomar warfarina y para los que resulta razonable".
Pero también comentó que desde el momento en que se realizó el ensayo, muchos pacientes con TEV han pasado ya de la terapia inicial con warfarina a un tratamiento con nuevos agentes anticoagulantes como Xarelto y Pradaxa.
Se requieren más estudios para evaluar la efectividad de la aspirina en ese escenario clínico, concluyó.
FUENTES: Timothy Brighton, MB, BS, consultant hematologist, Sydney, Australia; Stephen Green, M.D., associate chairman, department of cardiology, North Shore University Hospital, Manhasset, N.Y.; Nov 4, 2012, presentation, American Heart Association annual meeting, Los Angeles; Nov. 4, 2012, New England Journal of Medicine, online