Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Cada vez más adultos mayores y adultos con factores de riesgo reciben las vacunas contra la gripe y la neumonía cuando la inmunización queda a cargo de los enfermeros en lugar de los médicos.
Un equipo descubrió que ese cambio aumenta un 44 por ciento la posibilidad de que los pacientes se vacunen contra la gripe y duplica la posibilidad de que lo hagan contra la neumonía.
Jeffrey Johnson, que participó del nuevo estudio, comentó que recientemente se impulsó en Estados Unidos la participación de los enfermeros y los farmacéuticos en la vacunación de la población, aunque esa medida varió según los estados.
El experto dijo que esa transferencia de responsabilidades de los médicos al personal no médico sería útil especialmente para las personas con enfermedades crónicas.
"El médico de familia tiene la responsabilidad de cuidar al paciente, de modo que si consulta alguien con diabetes, por ejemplo, la principal preocupación es el nivel de azúcar en sangre y la presión. Enseguida, finaliza el tiempo de consulta", dijo Johnson, de la Universidad de Alberta, en Edmonton, Canadá.
"Pero para una enfermera de los servicios de atención primaria, (la vacunación y otros cuidados preventivos) serían las principales preocupaciones (...) Y pensamos que las pruebas muestran claramente que esa transferencia de responsabilidad en la vacunación funciona", agregó.
El nuevo estudio es una revisión de la literatura médica e integra una investigación del equipo de Johnson sobre la inmunización de los adultos mayores y de las personas con enfermedades crónicas para conocer si las vacunas son efectivas y cómo hacer que más personas se vacunen.
Los autores analizaron 77 estudios sobre el éxito de los incentivos económicos, la búsqueda activa de los pacientes y otras estrategias para aumentar la inmunización contra la gripe y la neumonía.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) recomiendan vacunarse contra la gripe todos los años. Los mayores de 65 años y las personas con enfermedades crónicas y los niños pequeños deben recibir la vacuna contra el neumococo.
El equipo observó que cambiar a los responsables de la vacunación (en especial si eran enfermeros entrenados) y el uso de recordatorios telefónicos (llamadas o mensajes de texto) eran las estrategias más exitosas para promover la inmunización.
Pero aun con esta transferencia de responsabilidad, recibió las vacunas menos de la mitad de la población que debía hacerlo, según publica el equipo en Annals of Family Medicine.
"Finalmente, la efectividad de las estrategias sigue siendo modesta. Debemos pensar cómo amplificar el efecto. Una estrategia obvia sería combinar los enfoques", dijo Johnson.
El autor comentó que no existe un análisis de costos formal que permita estimar el costo de destinar enfermeros a esta única tarea, pero, en teoría, dedicar algo más de su tiempo laboral a la vacunación sería más económico que utilizar el tiempo de los médicos.
FUENTE: Annals of Family Medicine, online 12 de noviembre del 2012