Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio realizado en Estados Unidos mostró que los adultos jóvenes con un accidente cerebrovascular (ACV) solían ser adictos al cigarrillo, las drogas o el alcohol.
Aunque el ACV suele considerarse un problema de los adultos mayores, los autores explicaron que los cambios que produce en el corazón y en la sangre el consumo de alcohol en exceso o de drogas aumentarían el riesgo de sufrir infarto cerebral antes de tiempo.
También es posible que algunas drogas, en especial la cocaína y las metanfetaminas, disparen un ACV más rápidamente, según agregó el doctor S. Andrew Josephson, neurólogo de la University of California, en San Francisco.
Dado que el consumo también es común en los adultos mayores, el especialista recomendó que los médicos indaguen en todos los pacientes con ACV si consumen drogas y alcohol.
"Cuando una persona joven tiene un ACV, es altamente probable que la causa sea distinta a los factores de riesgo tradicionales", precisó.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) estiman que unos 800.000 estadounidenses padecen un ACV cada año y el infarto cerebral es la causa más común de discapacidad grave prolongada.
El nuevo estudio incluyó a 1.200 residentes del Gran Cincinnati y del norte de Kentucky que habían tenido un ACV antes de los 55 años. El equipo del doctor Brett Kissela, de la University of Cincinnati, revisó las historias clínicas para conocer los resultados de los análisis de sangre y orina u otros antecedentes clínicos de consumo de drogas y alcohol.
En el 2005, el último año con información disponible, la mitad de los adultos más jóvenes que habían tenido un ACV era fumador y uno de cada cinco consumía drogas, como marihuana y cocaína. El 13 por ciento había consumido drogas o alcohol las 24 horas previas al ACV, según publica el equipo en la revista Stroke.
"La proporción de consumidores, en especial de drogas, es una subestimación seguramente porque la pesquisa toxicológica no se le había realizado a todos los pacientes", dijo el doctor Steven Kittner, profesor de neurología de la Facultad de Medicina de la University of Maryland, en Baltimore, que no participó del estudio. "Es un subregistro", agregó.
La tasa de tabaquismo, consumo de drogas y abuso de alcohol (tres o más copas por día) tendió a aumentar entre los pacientes con un ACV a mediados de los 90 y los 2000. Pero el equipo comentó que no puede asegurar si eso fue por un aumento del consumo o por un mejor registro clínico de esa ingesta.
Para Josephson, el estudio destaca la importancia de aprender y reconocer rápidamente los signos y los síntomas de un ACV, como debilidad y mareos, aun en los más jóvenes, ya que algunos tratamientos se pueden utilizar solamente durante una estrecha "ventana de oportunidad" después del ACV.
FUENTE: Stroke, online 15 de noviembre del 2012