Se debe permitir a la mayoría de bebés que se despiertan de noche que se consuelen ellos mismos y que se vuelvan a dormir solos, aconsejan unos investigadores.
"Para los seis meses de edad, la mayoría de bebés duermen toda la noche, y despiertan a sus madres apenas más o menos una vez por semana. Sin embargo, no todos los bebés siguen este patrón de desarrollo", comentó en un comunicado de prensa de la Universidad de Temple Marsha Weinraub, profesora de psicología de la universidad.
"Si se les mide mientras duermen, todos los bebés (al igual que todos los adultos) pasan por un ciclo de sueño cada una hora y media a dos horas, en que se despiertan y se vuelven a dormir. Algunos lloran y llaman a los padres cuando se despiertan, y esto se conoce como no dormir toda la noche", añadió.
Para llevar a cabo el estudio, investigadores liderados por Weinraub examinaron los patrones de los despertares durante la noche de más de 1,200 bebés de 6 a 36 meses de edad. Los investigadores preguntaron a los padres de los bebés sobre los despertares de sus hijos a los 6, 15, 24 y 36 meses de vida. Según sus hallazgos, los investigadores dividieron a los bebés en dos grupos: los durmientes, y los durmientes transitorios.
Para los 6 meses de edad, se consideró que el 66 por ciento de los bebés eran "durmientes" que no se despertaban de noche o que se despertaban apenas una vez por semana, reveló el estudio.
Mientras tanto, a la misma edad, el 33 por ciento de los niños se despertaban las siete noches de la semana. Para cuando esos bebés tenían 15 meses de edad, solo se despertaban dos noches por semana. A los 24 meses, los despertares nocturnos se habían reducido a apenas una noche por semana, hallaron los investigadores.
La mayoría de los bebés que se despertaban de noche eran de sexo masculino. Esos bebés (que se consideraron como durmientes transitorios) también fueron evaluados como más irritables o difíciles. También era más probable que fueran amantados. Las madres de los durmientes transitorios eran más propensas a hallarse deprimidas y a tener una mayor sensibilidad materna, hallaron los autores del estudio.
Los autores concluyeron que los factores genéticos podrían tener que ver con los temperamentos difíciles. "Las familias que ven que los problemas del sueño duran más allá de los 18 meses deben buscar asesoría", aconsejó Weinraub.
Los bebés deben aprender a quedarse dormidos sin ayuda, añadieron los investigadores. "Cuando las madres se sintonizan con los despertares nocturnos y/o si el bebé tiene el hábito de dormirse durante la lactancia, quizás no esté aprendiendo a consolarse a sí mismo, algo que es esencial para un sueño regular", comentó Weinraub.
Se necesita más investigación para explorar la relación entre la depresión de las madres y los despertares del bebé, sugirieron los investigadores en el comunicado de prensa.
"Dado que las madres de nuestro estudio describieron que los bebés que se despertaban varias veces por semana les creaban problemas a ellas y a otros familiares, quizás se deba animar a los padres a establecer unas rutinas más sofisticadas y cuidadosamente dirigidas para ayudar a los bebés a aprender a consolarse a sí mismos y a buscar un alivio ocasional", anotó Weinraub. "El mejor consejo es poner a los bebés a dormir en un horario regular cada noche, permitiéndoles dormirse solos y resistiendo el impulso de responder de inmediato cuando se despiertan".
El estudio aparece en una edición reciente de la revista Developmental Psychology.
FUENTE: Temple University