Ser abiertos sobre su orientación sexual ofrece beneficios de salud para las lesbianas, los gays y los bisexuales, según un estudio reciente.
"Salir del armario ya no es un tema de debate popular, sino un tema de salud pública", aseguró el autor líder del estudio Robert-Paul Juster, del Centro de Estudios sobre el Estrés Humano del Hospital Louis H. Lafontaine de la Universidad de Montreal.
Juster y colegas observaron a 87 hombres y mujeres, con una edad de más o menos 25 años, que tenían distintas orientaciones sexuales (gays, lesbianas, bisexuales o heterosexuales), y hallaron que las lesbianas, los gays y los bisexuales que habían revelado su orientación a los demás tenían unos niveles más bajos de la hormona del estrés, el cortisol, y menos síntomas de ansiedad, depresión y agotamiento.
Cuando una persona está bajo estrés crónico, el cortisol contribuye al desgaste de varios sistemas del organismo. En conjunto, esta presión se conoce como carga alostática, señaló el estudio.
"Nuestras metas eran determinar si la salud física y mental de las lesbianas, los hombres gays y los bisexuales diferían de la de los heterosexuales, y si era así, si haber salido del armario planteaba una diferencia.
Usamos medidas de síntomas psiquiátricos, los niveles de cortisol durante el día, y una batería de más de 20 marcadores biológicos para evaluar la carga alostática", señaló Juster en un comunicado de prensa de la universidad.
Los investigadores hallaron que, al contrario de lo que esperaban, los hombres gays y bisexuales tenían unos niveles de síntomas depresivos y carga alostática más bajos que los hombres heterosexuales. Y "las lesbianas, los hombres gays y los bisexuales que habían revelado su sexualidad a sus familiares y amigos tenían unos niveles más bajos de síntomas psiquiátricos y de cortisol en la mañana que los que seguían en el armario", añadió Juster.
Los hallazgos, que aparecen en la edición del 29 de enero de la revista Psychosomatic Medicine, resaltan el efecto positivo que la autoaceptación y el ser abiertos sobre la orientación sexual puede tener sobre la salud y el bienestar de las lesbianas, los gays y los bisexuales, señalaron los autores del estudio.
Pero quizás esto solo suceda en las sociedades abiertas y tolerantes.
"Salir del armario podría solo ser beneficioso para la salud cuando hay políticas sociales tolerantes que facilitan el proceso de divulgación", planteó Juster. Por otro lado, añadió, la intolerancia social durante el proceso de divulgación genera un mayor distrés y contribuye a problemas de salud física y mental.
FUENTE: University of Montreal, news release