La gammaproteobacteria Coxiella burnetii es el agente causal de la fiebre Q aguda y endocarditis crónica en el ser humano en todo el mundo. Se transmite principalmente por la aerosolización o la ingestión de fomites de animales infectados, sobre todo de rumiantes domésticos.
Aunque más de 40 especies de garrapatas pueden ser infectadas por C. burnetii, la transmisión directa de este agente a los humanos por las garrapatas infectadas nunca ha sido debidamente documentada. Sin embargo, las garrapatas pueden desempeñar un papel fundamental en la transmisión de C. burnetii entre los vertebrados silvestres. Sólo unos pocos estudios, en su mayoría relacionados con casos clínicos en humanos o la evaluación seroepidemiológica de animales sanos, han informado C. burnetii en América del Sur, y nunca en las garrapatas del continente.
Durante estudios ecológicos sobre las garrapatas Amblyomma parvum y A. tigrinum en la provincia de Córdoba, Argentina, se recolectaron ninfas en un cuis común (Galea musteloides). En el laboratorio, las ninfas metamorfosearon a adultos (92 A. tigrinum y 13 A. parvum), que se analizaron de manera individual para detectar organismos tipo Rickettsia, obteniendo resultados positivos en una hembra de A. tigrinum y dos machos de A. parvum. Exámenes posteriores determinaron que se trataba de C. burnetii.
Análisis más específicos realizados en las garrapatas con resultado negativo para organismos tipo Rickettsia determinaron que 41 (44,6%) de las 92 A. tigrinum y 2 (15,4%) de las 13 A. parvum adultas estaban infectadas por C. burnetii. Debido a que estas garrapatas se recolectaron como ninfas en roedores salvajes en un bioma natural de Argentina, a saber, el dominio fitogeográfico del Chaco, los resultados indican que C. burnetii está establecida en esta región del país, donde las garrapatas posiblemente desempeñan un papel esencial en el ciclo enzoótico.
Se ha encontrado evidencia serológica de la infección por C. burnetii entre cabras y ganado en varias zonas de Argentina. Debido a que el ganado doméstico y las cabras son considerados los más frecuentes anfitriones de las garrapatas A. parvum adultas en el dominio del Chaco, es probable que los humanos también están siendo expuestos a C. burnetii.1
Argentina
La primera descripción de la fiebre Q como enfermedad se realizó en trabajadores de mataderos en Australia. La principal vía de infección es la inhalación de C. burnetii. Esta bacteria intracelular obligada resistente a la desecación es eliminada por los animales infectados, generalmente vacas, ovejas, cabras y gatos, sobre todo en el momento del parto. Las muestras de aire siguen siendo positivas durante semanas después del parto, y los organismos presentes en el suelo son viables por períodos de hasta 150 días.
Los animales salvajes pueden ser muy importantes en la epidemiología de la fiebre Q. Se cree que las palomas son las responsables de la introducción de C. burnetii en Irlanda del Norte. Se ha comprobado la infección por C. burnetii en una amplia variedad de peces, roedores y marsupiales. Las garrapatas son probablemente de gran importancia en el mantenimiento del ciclo de C. burnetii en la naturaleza. El patógeno se multiplica en las células del intestino medio de la garrapata y es excretada en las heces de la misma durante la alimentación.