Por Gene Emery
NUEVA YORK (Reuters Health) - En un estudio de Italia, el uso de suplementos de aceite de pescado no previno trastornos cardíacos en personas que aún no habían tenido un infarto.
El estudio, con un diseño de referencia, puso a prueba los efectos de los ácidos grasos omega 3 que proporciona el aceite de pescado como el atún o las sardinas. Los participantes tenían factores de riesgo cardíaco, como hipertensión, colesterol alto, tabaquismo o arteriosclerosis.
A los cinco años, el 11,7 por ciento de los 6.244 usuarios de una cápsula con 1 g/día de aceite de pescado había muerto o había estado internado por enfermedad cardíaca, comparado con el 11,9 por ciento de los 6269 usuarios voluntarios de 1 g/día de aceite de oliva (placebo).
Los resultados, publicados en New England Journal of Medicine, contradicen estudios previos que habían sugerido que los omega 3 ayudarían a los sobrevivientes de un infarto o las personas con insuficiencia cardíaca.
Para aquellos que no tuvieron un infarto, los resultados "no ofrecen pruebas de la utilidad de los ácidos grasos (omega-3) para prevenir la muerte o la enfermedad cardiovascular", según asegura el equipo de la doctora Maria Carla Roncaglioni, del Instituto para la Investigación Farmacológica Mario Negri, Milán.
La autora dijo por e-mail que los resultados van en contra del uso de suplementos de aceite de pescado, por lo menos entre los italianos, que ya consumen una dieta mediterránea.
"No hay motivo para indicar el uso los suplementos de aceite de pescado, a menos que se haya tenido un infarto", dijo.
El equipo detectó una reducción de las internaciones por insuficiencia cardíaca y un efecto preventivo en las mujeres, pero "ambos casos podrían atribuirse al azar, aunque coinciden con estudios previos", indica el equipo.
Alice Lichtenstein, de Tufts University, Boston, y portavoz de la Asociación Estadounidense del Corazón, consideró que los resultados son una prueba más de que "indicar un suplemento sin modificar un estilo de vida poco saludable no ayuda".
"Pensábamos que la vitamina E iba a ser la respuesta y no fue así. Pensábamos que el beta caroteno, como antioxidante, iba a reducir la enfermedad cardiovascular (...) y no funcionó", dijo vía telefónica.
"Es la totalidad, no una sola píldora", agregó.
Los participantes del estudio italiano eran pacientes de 860 médicos clínicos del país. Tenían 64 años al ingreso.
Ciertos factores, como la cantidad de grasa y el colesterol "bueno", parecieron mejorar levemente más en los usuarios del aceite de pescado. Pero otros indicadores, como el colesterol "malo", la presión y la glucosa en sangre, fueron similares en los usuarios de aceite de pescado y del placebo.
No hubo diferencia en la cantidad de pacientes de ambos grupos que necesitaron utilizar fármacos para el corazón.
Dos de cada 100 pacientes murieron por enfermedad cardíaca, independientemente del grupo. Y 10 de cada 100 pacientes de cada grupo tuvieron que ser internados por un trastorno cardíaco.
Pero al final del estudio, el 18 por ciento había suspendido el uso del aceite de pescado y el 19 por ciento el placebo. Al excluirlos del estudio, tampoco surgieron diferencias grupales en el riesgo de morir o tener que ser internados por trastornos cardíacos.
Los efectos adversos gastrointestinales, el cáncer y el sangrado fueron similares en ambos grupos.
Para la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés), el aceite de oliva es beneficioso para el corazón.
¿Es posible que el uso de aceite de oliva en el estudio sesgara los resultados? Roncaglioni dijo que no.
"Un gramo de aceite de oliva corresponde a sólo 1/30 parte de la cantidad promedio que aporta la dieta mediterránea", lo que tendría un efecto muy pequeño.
FUENTE: New England Journal of Medicine