By Andrew M. Seaman
NUEVA YORK (Reuters Health) - El consumo de bacterias "buenas" conocidas como probióticos podría ayudar a prevenir una clase de diarrea difícil de tratar que suele ser resultado de tomar antibióticos, de acuerdo a una nueva mirada a investigaciones previas.
"En los pacientes mayores hospitalizados o internados en centros de cuidados y que están expuestos a antibióticos, hemos demostrado que ciertos regímenes con determinadas dosis de probióticos reducen significativamente la incidencia de la diarrea por C. difficile", dijo el médico Bradley Johnston, del Instituto de Investigación del Hospital para Niños Enfermos de Toronto (Canadá) y autor principal del estudio.
El uso de antibióticos aumenta el riesgo de que disminuya en los intestinos la cantidad de bacterias buenas y que crezca la bacteria C. difficile, en especial después de una internación. Los síntomas incluyen los calambres estomacales y la diarrea. En los casos más graves, se inflama el colon.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) estiman que unos 14.000 estadounidenses padecen diarrea por C. difficile cada año.
En la nueva revisión de Cochrane Collaboration, una organización internacional que evalúa la literatura médica, los autores analizaron 23 ensayos clínicos realizados con 4.213 adultos y niños tratados con antibióticos.
Los ensayos que se revisaron dividían a los participantes en dos grupos, uno tratado con probióticos durante el uso de antibióticos y otro tratado sólo con antibióticos.
El equipo de Johnston observó que el consumo de probióticos no influyó en la cantidad de participantes con C. difficile (13 por ciento en cada grupo), pero sí redujo significativamente la cantidad de casos de diarrea. Sólo el 2 por ciento de los usuarios de probióticos desarrolló diarrea por C. difficile, comparado con el 6 por ciento de los que no utilizaron probióticos.
La doctora Shira Doron, que no participó de la revisión, pero investiga sobre probióticos, opinó que los resultados coinciden con estudios previos. Aun así, dijo que los resultados no se aplican a todos los probióticos.
"Cada cepa (de probióticos) posee características y mecanismos de acción propios. Sería un error concluir de una revisión sistemática que una persona podría comprar cualquier probiótico de una góndola para usar", dijo Doron, epidemióloga hospitalaria asociada del centro médico de Tufts, Boston.
Johnston precisó que los dos probióticos más beneficiosos fueron el Saccharomyces boulardii y la combinación de Lactobacillus acidophilus y Lactobacillus casei. Con otros productos, los pacientes sanos necesitaron consumir por lo menos 10.000 millones de bacterias por día (entre 2 y 4 píldoras diarias) para obtener un efecto. El costo de esos productos varía, pero las dosis para 30 días cuestan unos 30 dólares en una farmacia.
"Les digo a los pacientes que los puede ayudar y que es poco probable que sufran de alguna lesión. Suele ser seguro en la mayoría de los casos. Afectará el bolsillo porque no es una terapia económica", agregó Doron.
Pero la especialista aclaró que los probióticos sean probablemente innecesarios para los pacientes con una infección que reciben tratamiento en el hogar, excepto si estuvieron internados.
Para Johnston, hay que seguir avanzando con los estudios de seguimiento sobre la seguridad de los probióticos, en especial si los hospitales empiezan a utilizarlos.
FUENTE: The Cochrane Library, online
Por uso de antibióticos
Consumo de probióticos podría prevenir diarrea
Reducen significativamente la incidencia de la diarrea por C. difficile".