Por Anne Harding
NUEVA YORK, 13 jun (Reuters Health) - A muchos hombres sometidos a una cistoprostatectomía radical por un carcinoma urotelial de vejiga se les detectó un cáncer incidental de próstata durante un estudio sobre casi 1.500 pacientes.
Casi el 40 por ciento tenía un adenocarcinoma de próstata, que en el estudio no afectó la supervivencia en el largo plazo. Pero uno de cada cinco tenía un carcinoma urotelial de próstata, lo que indica que el cáncer de vejiga se había diseminado a la glándula prostática.
Los autores hallaron también que la información prequirúrgica no logró predecir de manera confiable la lesión prostática.
"Esto sugiere que la realización de una cistectomía conservadora de la próstata teniendo en cuenta las variables estandarizadas aporta un riesgo oncológico considerable", asegura el equipo de Siamak Daneshmand, del Instituto de Urología de University of Southern California, Los Angeles.
La cistoprostatectomía conservadora de la próstata se utiliza para preservar la continencia y la función sexual, según publica el equipo en The Journal of Urology.
Otros investigadores aseguran que los beneficios no superan el riesgo de dejar intacto el tejido maligno.
El equipo analizó muestras de tejido prostático de 1.476 hombres sometidos a una cistoprostatectomía.
El 6,5 por ciento había recibido quimioterapia neoadyuvante. El 51 por ciento tenía cánceres incidentales de próstata (37,9 por ciento con adenocarcinoma, 8,3 por ciento con adenocarcinoma clínicamente significativo y 21,1 por ciento con carcinoma urotelial prostático (CUP). La mitad de estos últimos tenía carcinoma ductal y la otra mitad, carcinoma estromal.
La sobrevida a 10 años era del 47,1 por ciento en los pacientes sin CUP, del 43,3 por ciento en los pacientes con CUP ductal solamente y del 21,7 por ciento para los pacientes con CUP estromal.
La sobrevida general a 10 años era del 45,2 por ciento en los pacientes sin adenocarcinoma clínicamente significativo y del 27,8 por ciento en los pacientes con ese tumor, pero el equipo lo atribuyó a la mayor edad promedio de los pacientes con cáncer prostático, dado que ninguno murió por ese motivo.
El cáncer de próstata clínicamente significativo no estuvo asociado con la sobrevida general tras controlar la edad, el estadio del cáncer de vejiga, el estado de los nódulos linfáticos y la invasión linfovascular.
Aunque el equipo identificó varios factores de riesgo del cáncer prostático clínicamente significativo y del cáncer de vejiga con metástasis en la próstata, su ausencia no brindó protección alguna.
"Nuestra recomendación es continuar extirpando la próstata porque seguimos descubriendo con frecuencia estos cánceres incidentales de la próstata", dijo Daneshmand.
"Con nuestras técnicas y nuestras neovejigas, los pacientes conservan una excelente continencia", agregó.
Cualquiera sea el aumento "incremental" de la continencia que se obtenga con la cirugía conservadora de la próstata "no vale la pena el riesgo", sostuvo.
El doctor Richard Hautmann, de la Universidad de Ulm, Alemania, y experto reconocido en el tratamiento quirúrgico del cáncer de vejiga, coincidió.
"Este estudio describe el cáncer de vejiga y el cáncer de vejiga en la próstata es distinto al cáncer de próstata. El cáncer de vejiga mata", aseguró.
Hautmann, que no participó del estudio, desarrolló una técnica quirúrgica para el tratamiento del cáncer de vejiga en el que se extirpa la glándula prostática completa, pero se conservan las vesículas seminales, los conductos deferentes y los nervios del esfínter.
"La función se preserva, pero la próstata no", explicó y comentó que, hasta ahora, trató a 70 pacientes con este nuevo procedimiento.
FUENTE: Journal of Urology, online