Por Kathryn Doyle / NUEVA YORK (Reuters Health)
En un estudio preliminar sobre pacientes que tuvieron intervenciones quirúrgicas simples, la mayoría evolucionó bien y pareció satisfecha con un seguimiento telefónico postquirúrgico en lugar de visitar al cirujano en cada consulta.
El seguimiento telefónico les ahorró tiempo y esfuerzo a los médicos y a los pacientes del estudio de California sin comprometer la calidad de la atención.
"En esas consultas hospitalarias de control, que suelen ser de cinco minutos o menos, el médico le pregunta al paciente cómo está, si se siente bien, si va bien al baño, ese tipo de cuestiones", dijo la autora principal del estudio, la doctora Sherry Wren, de la Facultad de Medicina de Stanford University.
La médica comentó que esas preguntas se pueden hacer por teléfono y que sólo los pacientes con síntomas inusuales deben ir personalmente al médico. El estudio incluyó a pacientes operados por una hernia o para extirparles la vesícula biliar, dos cirugías de rutina con muy baja tasa de complicaciones postquirúrgicas.
Wren advirtió que el seguimiento telefónico no sería indicado para todas las operaciones. El control postquirúrgico de una cirugía oncológica, por ejemplo, incluye conversaciones sobre la atención y los planes terapéuticos.
El equipo de Wren identificó a un grupo de pacientes del Sistema de Salud de Palo Alto para la Administración del Veterano con una de esas dos cirugías programadas. A 115 pacientes les operaron una hernia y a 26 les extirparon la vesícula biliar, y todos debían hacer una consulta de control a las tres semanas de la cirugía.
Pero a las dos semanas de la operación, los pacientes recibieron un llamado de un asistente del médico, que hizo preguntas sobre el dolor y las actividades diarias, la inflamación, el aspecto de la incisión, el apetito y los movimientos intestinales.
Si las respuestas indicaban que la recuperación era normal, se cancelaba la consulta programada en persona con el consentimiento del paciente. Si la recuperación parecía anormal, se alentaba al paciente a conservar la consulta programada. El paciente que prefería el seguimiento tradicional también podía utilizar la consulta programada.
Ciento diez pacientes que recibieron la llamada (63 operados de una hernia y 19 con la vesícula biliar extirpada) aceptaron continuar el control por teléfono y cancelaron las consultas en persona.
Ninguno de los pacientes con la vesícula biliar extirpada y tres pacientes operados de hernia sufrieron complicaciones quirúrgicas en los 10 meses posteriores a la cirugía, una cantidad similar a la observada en la población general, según publica el equipo en JAMA Surgery.
Wren explicó que la mayoría de los pacientes expresó su satisfacción con los controles telefónicos y su agradecimiento por no tener que conducir hasta el hospital. Los que aceptaron el telemonitoreo vivían a unos 227 kilómetros del hospital en un viaje de ida y vuelta, es decir unas 2 horas y media en automóvil.
Aunque la investigación respalda la seguridad y la efectividad de la telemedicina, sólo se utiliza en algunos bolsones de atención, según dijo Wren. Algunos médicos rechazan reemplazar el cuidado tradicional de la consulta en persona.
FUENTE: JAMA Surgery
Satisfacción y eficacia
El seguimiento telefónico postquirúrgico ahorra tiempo y dinero
El seguimiento telefónico les ahorró tiempo y esfuerzo a los médicos y a los pacientes.