Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Aunque se recomienda el tratamiento conservador del dolor de espalda, un nuevo estudio revela que en los últimos años creció la proporción de pacientes tratados con analgésicos potentes o derivados a cirugía u otras especialidades.
"Esto es preocupante", dijo el doctor Steven Cohen, anestesiólogo y especialista en cuidados críticos de la Facultad de Medicina de Johns Hopkins, Baltimore, y que no participó del estudio.
Las cirugías, las inyecciones y los estudios por imágenes para tratar el dolor de espalda "subieron enormemente", agregó. "Aumentamos su uso, pero sin obtener mejores resultados".
El Colegio Estadounidense de Médicos y la Sociedad Estadounidense del Dolor recomiendan el uso de Tylenol o antiinflamatorios no esteroides (AINE) para tratar el dolor de espalda baja, como así también almohadillas térmicas y ejercicio.
Las entidades aconsejan solicitar una TC y otros estudios por imágenes sólo si sospechan que existe una lesión nerviosa.
Los opioides sólo están recomendados para los pacientes con "dolor grave, discapacitante" que no responde a otros fármacos de venta libre. Sus riesgos, como el consumo abusivo o la adicción, deberían compararse con los beneficios potenciales.
El doctor Bruce Landon, de la Facultad de Medicina de Harvard, Boston, monitoreó la información de una muestra representativa del país de consultas ambulatorias por dolor de espalda y cuello entre 1999 y el 2010. El equipo analizó 24.000 consultas.
En el período estudiado, la proporción de pacientes tratados con Tylenol y AINE bajó del 37 al 25 por ciento, mientras que la proporción de pacientes tratados con narcóticos aumentó del 19 al 29 por ciento.
El 11 por ciento de las personas con dolor de espalda tuvo que hacerse una TC o una resonancia magnética (MRI) en el 2009 y el 2010, comparado con el 7 por ciento en 1999 y el 2000.
Finalmente, aunque la tasa de derivación a fisioterapia se mantuvo estable durante el período estudiado, se duplicó del 7 al 14 por ciento la proporción de pacientes derivados a otros médicos (cirujanos u otros especialistas), según publica el equipo en JAMA Internal Medicine.
"Los médicos quieren ofrecerles a sus pacientes terapias de acción más rápida y los pacientes las demandan, y, a veces, es más simple indicar una MRI o derivar al paciente", dijo Landon.
Pero agregó que "todo eso lleva a intervenciones que son innecesarias y costosas, que quizás no son mejores en el largo plazo y hasta podrían ser peores", como la cirugía o las inyecciones sin evidencia de efectividad.
Los Institutos Nacionales de Salud estiman que ocho de cada 10 pacientes padecen dolor de espalda en algún momento.
Uno de los problemas para tratar el dolor, es su multicausalidad, según dijo Cohen. Esas causas probables incluyen trastornos de discos, articulaciones y nervios.
Comentó que el tratamiento que cuenta con evidencia científica más sólida es el ejercicio de estiramiento y algo de actividad aeróbica.
FUENTE: JAMA Internal Medicine