Robert Preidt
A veces, los padres se inventan una enfermedad en sus hijos, y los médicos y otros proveedores de atención de la salud deben estar atentos a ese tipo de abuso infantil, advierten los expertos.
"Probablemente sea más común de lo que pensamos", y con frecuencia no se reconoce, señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de McMaster la Dra. Harriet MacMillan, pediatra y psiquiatra infantil de la universidad en Hamilton, Ontario.
Aunque la presentación es relativamente rara, la tasa de mortalidad entre los niños en esos casos es de entre el 6 y el 9 por ciento, con tasas similares de lesiones permanentes y discapacidad a largo plazo, apuntó MacMillan, quien investiga sobre la violencia familiar.
MacMillan fue coautora de un trabajo que aparece en la edición de septiembre de la revista Pediatrics que busca mejorar la comprensión de los médicos sobre este problema, que hace mucho que se conoce como síndrome de Munchausen por sustitución.
Los médicos deben sospechar cuando ven a un niño con una enfermedad persistente o recurrente que no pueden explicar, sobre todo si las señales o los síntomas no parecen creíbles.
No hay una enfermedad inventada típica, y un padre puede llevar al hijo a tratamiento por todo tipo de problemas, incluso sangrado, convulsiones, infecciones del tracto urinario o trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
"Realmente se trata de tomar un historial y llevar a cabo un examen físico con mucho cuidado, con un énfasis en la comunicación con todos los proveedores de atención de salud que han atendido al niño", aconsejó MacMillan. "Es importante que seamos exhaustivos al buscar información integral sobre el contacto con los proveedores de atención de salud, al mismo tiempo que cumplimos con la legislación sobre la privacidad".
La comunicación entre los proveedores de atención de salud es esencial, porque quizás se haya atendido al niño en muchos centros distintos.
"Es un tipo de afección en que es esencial que los médicos registren los expedientes y hablen con otros proveedores de atención de salud para tener una información completa al llevar a cabo su evaluación", planteó MacMillan.
FUENTE: McMaster University