Por Genevra y Pittman
Los objetivos y las preocupaciones de los padres de niños con el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) influyen en la decisión de iniciar una terapia conductual o farmacológica, según demuestra un estudio que respalda la toma de decisión compartida en el tratamiento de este trastorno.
Los autores observaron que los padres que se concentraban en los logros escolares de sus hijos eran dos veces más propensos que otros a optar por una terapia farmacológica, como Adderall y Ritalina.
Los padres que preferían que sus hijos mejoraran en conducta y relaciones interpersonales eran un 60 por ciento más propensos a elegir la terapia conductual, en la que ellos aprenden a manejar la conducta de sus hijos.
"Estudios como éste sugieren que la toma de decisión compartida sería una forma de emparejar a cada niño con el mejor tratamiento", dijo el doctor Alexander Fiks, del Hospital de Niños de Pensilvania, Filadelfia. "Los padres tienen que pedirles a los pediatras que les expliquen los riesgos y los beneficios de las distintas opciones, y deben asegurarse de ser capaces de articularlas con los objetivos que desean alcanzar", indicó.
Las guías del 2011 de la Academia Estadounidense de Pediatría señalan que "las preferencias familiares son claves para fijar el plan terapéutico" de los niños con TDAH. Pero Fiks comentó que ningún estudio se había ocupado de analizar la utilidad de las preferencias y los objetivos de los padres con el tratamiento.
Con su equipo entrevistó a los padres y los cuidadores de 148 niños con TDAH, de entre seis y 12 años, sobre sus objetivos con el tratamiento y la aceptabilidad, la viabilidad y los efectos adversos asociados con las distintas opciones terapéuticas.
Ningún niño estaba recibiendo una terapia combinada (conductual y farmacológica) al inicio del estudio. Algunos estaban utilizando una u otra.
A los seis meses, 46 de los 108 niños sin tratamiento farmacológico utilizaba algún fármaco y 30 de cada 124 realizaban terapia conductual, según publica el equipo en Pediatrics.
Los padres que inicialmente habían coincidido con frases como "La medicación es una forma razonable de ayudar a mi hijo" y "Confiaría en el médico que decida tratar el TDAH de mi hijo con remedios" eran los más propensos a seguir ese camino. Y los hijos de los participantes que inicialmente habían considerado más aceptable la terapia conductual y que se sentirían más cómodos trabajando con un consejero eran más propensos a estar recibiendo ese tipo de asistencia.
Lo novedoso y sorprendente, según consideró Fiks, es cómo los objetivos terapéuticos se alineaban con el tipo de terapia que eligieron las familias. Para la doctora Laurel Leslie, de la Facultad de Medicina de Tufts University, Boston, eso coincide con la evidencia científica.
"Sabemos que el efecto de la mayoría de los fármacos dura ocho horas. De modo que si un niño utiliza un medicamento, su acción durará el horario escolar", dijo Leslie, que no participó del estudio. En cambio, le atribuyó a la terapia conductual los efectos más sólidos en la familia, a la noche y los fines de semana.
Los CDC de Estados Unidos aseguran que encuestas a los padres sugieren que a uno de cada 10 niños y adolescentes estadounidenses alguna vez le diagnosticaron TDAH y que dos tercios de esa población están medicados.
FUENTE: Pediatrics
Influyen en las decisiones terapéuticas
Las preocupaciones de los padres de niños con TDAH
Los padres que se concentraban en los logros escolares de sus hijos eran dos veces más propensos que otros a optar por una terapia farmacológica.