By Andrew M. Seaman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Los niños de familias pobres tienen cerebros más pequeños que los provenientes de hogares más acomodados, reveló un nuevo estudio, aunque la buena crianza contrarrestaría esa desventaja.
Los autores hallaron que el volumen del hipocampo y la amígdala de los niños que crecían en la pobreza eran más pequeños que el promedio. Esas áreas del cerebro intervienen en la regulación de la memoria y las emociones.
"En general, los cerebros más grandes dentro de cierto rango normal son más saludables", dijo la autora principal, doctora Joan Luby, profesora de psiquiatría infantil de la Facultad de Medicina de Washington University, en St. Louis.
"Tener un cerebro más pequeño que el rango normal (...) está asociado con rendimientos más bajos", agregó.
El equipo de Luby halló que los niños tendían a tener cerebros más pequeños si habían vivido situaciones estresantes o si sus padres eran hostiles o no los contenían.
Los resultados les proporcionan a los padres y los investigadores una meta "muy específica y variable", dijo Luby.
En JAMA Pediatrics, el equipo publicó los resultados del análisis de los datos de un estudio previo sobre 145 niños de St. Louis.
Los participantes tenían entre seis y 12 años cuando se les realizaron estudios por imágenes del cerebro. Luego, los siguieron desde el preescolar con pesquisas anuales con pruebas de estrés y sobre el inicio de la pubertad.
En una sesión se observó la interacción entre padres e hijos y los investigadores evaluaron los estilos de crianza.
El equipo halló que el cerebro de los niños de las familias pobres tendía a ser más pequeño que en el resto. Pero las vivencias estresantes y la ausencia de contención en la interacción familiar explicaron en parte aquella relación.
El estudio no prueba que la pobreza o la crianza modificaran el tamaño del cerebro. Pero los resultados sugieren que una crianza con contención reduciría la posibilidad de que los niños pobres desarrollen cerebros más pequeños, según explicó Luby.
Agregó que los niños crecerían mejor con padres sensibles, atentos y emocionalmente disponibles.
"Esto no quiere decir que las familias con mejor estatus económico estén protegidas de estas cuestiones (de crianza)", dijo Charles Nelson, autor de un editorial sobre el estudio. "Lo que quizás es más común en las familias más pobres es la falta de recursos y la posibilidad de pagar las cuentas", dijo.
"Existe un nivel de estrés ambiental (...) que les impediría ser los padres que quieren ser", dijo Nelson, profesor de pediatría de la Facultad de Medicina de Harvard y del Hospital de Niños de Boston.
Consideró que la principal limitación del estudio es que muchos participantes estaban deprimidos o tenían alto riesgo de estarlo. Eso podría sesgar los resultados. Pero dijo que el estudio demuestra lo que ya se sabía sobre la pobreza y el desarrollo cerebral infantil.
FUENTE: JAMA Pediatrics
Determinantes sociales
Asocian a pobreza y la crianza con el desarrollo del cerebro infantil
"En general, los cerebros más grandes dentro de cierto rango normal son más saludables".