Por Allison y Bond
NUEVA YORK (Reuters Health) - En un nuevo estudio, los adultos jóvenes que fueron a trabajar y cenaron todos los días a la misma hora durmieron mejor y tuvieron menos despertares nocturnos. Además, se quedaron dormidos rápidamente.
Aun así, el horario exacto de esas actividades (cenar a las seis en lugar de las ocho de la noche, por ejemplo) casi no influyó en la calidad del descanso.
"Observamos que realizar las actividades al mismo horario todos los días predecía mejor la evolución del sueño que el horario en el que se realizaban", explicó la autora principal, Natalie Dautovich, psicóloga de University of Alabama, Tuscaloosa, sobre los resultados publicados en Journals of Gerontology: Series B.
Pero, en los adultos mayores, un patrón irregular de horarios a veces estaba asociado con un mejor dormir. Por ejemplo: los que no cenaban a la misma hora regularmente, tendían a dormir más durante la noche, y los que empezaban las actividades hogareñas o el trabajo a horarios distintos se dormían más rápidamente que el resto.
El estudio incluyó a 50 jóvenes, de entre 18 y 30 años, y a 50 adultos, de entre 60 y 95 años. Durante dos semanas, todos registraron el horario de las actividades cotidianas y la calidad del descanso nocturno.
Para los autores, el estudio no abre camino a una nueva recomendación o un tratamiento, sino que plantea preguntas para nuevas investigaciones. Esas preguntas son si los adultos mayores con horarios diarios más variados son más saludables y activos socialmente o si esa variación horaria cotidiana aporta la actividad y la estimulación que garantiza una mejor calidad del sueño, según planteó Dautovich.
"Sabemos que dormir bien depende en parte de nuestro deseo de dormir, que está condicionado por el nivel de actividad y el alerta diurno", señaló la autora.
Por ese motivo, salir de casa durante el día sigue siendo una de las mejores maneras de maximizar las posibilidades de lograr un buen descanso nocturno. "Tener mucha actividad y aumentar el nivel de alerta durante el día potencia la necesidad de dormir de noche", dijo Dautovich.
FUENTE: Journals of Gerontology
La regularidad influye más que el horario
Las rutinas diarias influyen en la calidad y la cantidad del sueño
Realizar las actividades al mismo horario todos los días predecía mejor la evolución del sueño.