Por Lorraine y L. y Janeczko
NUEVA YORK (Reuters Health) - La violencia de género (VG) afecta a muchas personas en el mundo, en especial a las mujeres, pero aún está subdenunciada, según demuestra un estudio de 24 países en desarrollo.
"En India, sólo un 0,10 por ciento de las víctimas denuncia la VG a un profesional de la salud. Esto significa que por cada mujer que lo hace, hay 1.000 que no lo hacen. Nos impactó descubrir que la mitad de las mujeres de 20 de los 24 países estudiados no lo comentaba ni siquiera con amigas o familiares", dijo por e-mail la autora principal, doctora Tia Palermo.
"Sólo el 7 por ciento de las mujeres víctimas de VG física o sexual denunció formalmente la agresión ante la policía o buscó la asistencia médica y social. Entre el 15 por ciento de las víctimas de Honduras y el 60 por ciento de las de Ucrania hablaron sobre las agresiones con amigos, familiares o vecinos", agregó Palermo, profesora asistente de medicina preventiva de State University of New York, Stony Brook.
En los países desarrollados y en desarrollo, las mujeres abusadas son más propensas a utilizar los servicios de salud que las mujeres que no reciben esas agresiones y, a menudo, consultan para recibir un tratamiento de sus lesiones. Pero no mencionan que son víctimas de la VG, según comentó Palermo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar las guías para mejorar la respuesta de los profesionales de salud a los sobrevivientes de la violencia de pareja y otros tipos de VG.
En el 2012, el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología (ACOG, por su sigla en inglés) difundió una recomendación de una de sus comisiones para que los médicos pesquisen periódicamente la violencia de pareja ente sus pacientes, incluidas las consultas obstétricas.
El equipo de Palermo realizó lo que denominó la mayor comparación multinacional disponible, según publica en American Journal of Epidemiology. Para eso, analizó información demográfica y de salud de una muestra de 284.282 mujeres, de entre 15 y 49 años, reunida desde el 2000 y representativa de la población de cada país estudiado. Se excluyeron los sobrevivientes masculinos de la VG debido a limitaciones de los datos.
El 33 por ciento de las mujeres había padecido algún acto de violencia física o sexual. La prevalencia oscilaba entre el 14,98 por ciento en Azerbaiyán hasta el 70,36 por ciento en Uganda.
Apenas el 7,09 por ciento de las sobrevivientes había denunciado formalmente la VG, con valores promedio regionales del 2,29 por ciento en India y Asia oriental, el 6,20 por ciento en Africa, el 9,99 por ciento en Asia central y Europa oriental, y el 13,6 por ciento en América Latina y el Caribe.
Las denuncias policiales fueron más comunes en Asia central y Europa oriental (8,89 por ciento) y en América Latina y el Caribe (7,92 por ciento) que en Asia oriental (1,17 por ciento) y Africa (2,64 por ciento).
La proporción de víctimas que denunciaron la VG en las consultas médicas fue del 0,78 por ciento en India y Asia oriental, del 3,57 por ciento en América Latina y el Caribe, del 1,29 por ciento en Asia central y Europa oriental, y del 1,14 por ciento en Africa.
Las denuncias ante los organismos de servicio social no superaron el 1 por ciento en India, Asia oriental, Asia central y Europa oriental y alcanzaron el 3,34 por ciento en Africa y el 6,38 por ciento en América Latina y el Caribe.
Las mujeres que habían estado casadas o que nunca se habían casado, las residentes de las ciudades y las mujeres mayores eran los grupos más propensos a denunciar los ataques.
El 36,75 por ciento de las mujeres denunció la VG a fuentes informales, con promedios regionales del 28,14 por ciento en América Latina y el Caribe, del 31,18 por ciento en India y Asia oriental, del 40,35 por ciento en Africa y del 43,14 por ciento en Asia central y Europa oriental.
La tasa general promedio de denuncia de la violencia a cualquier fuente fue del 39,86 por ciento (entre el 31,99 por ciento en India y Asia oriental y el 47,64 por ciento en Asia central y Europa oriental).
Los motivos más comunes por los que las mujeres no denunciaban los ataques fueron la vergüenza (25 por ciento en Bolivia y 41 por ciento en Camboya) y la idea de que era inútil hacerlo (30 por ciento en Mali y 47 por ciento en Camerún), la creencia de que la violencia es algo normal que las mujeres deben soportar y la preocupación por el bienestar de otras personas.
Los autores reconocieron limitaciones del estudio asociadas con el lenguaje de los cuestionarios, las dificultades para distinguir entre pareja íntima y otros victimarios, y los datos, la edad y el sexo de las participantes.
FUENTE: American Journal of Epidemiology