Por Megan Brooks
NUEVA YORK (Reuters Health) - La oportunidad y la elección de los pacientes son factores claves para planificar qué cuidados se desea recibir en el final de la vida, según indican los autores de una Comunicación Especial publicada esta semana en JAMA Internal Medicine.
"Los estudiantes de medicina aprenden sobre las directivas anticipadas y los médicos están familiarizados con su uso", dijo por correo electrónico J. Andrew Billings, del Centro de Cuidados Paliativos de la Facultad de Medicina de Harvard, Boston.
"Aun así, los problemas que surgen en el estudio sobre la oportunidad y la selección de los pacientes no son algo que los médicos tengan en cuenta (...) incluso en el caso de los pacientes que obviamente deberían tomar decisiones sobre el final de sus vidas", agregó.
Con su coautora Rachelle Bernacki aseguran que el momento para planificar las directivas anticipadas es fundamental, ya que hacerlo muy lejos o muy cerca de la muerte puede significar que esas decisiones finalmente no reflejen los valores, los objetivos y las preferencias de los pacientes.
La selección de los pacientes también es importante: "una población mal seleccionada, que no necesitará utilizar las DA en un futuro cercano, podría tomar decisiones irreales, hipotéticas, como también ocurriría en el Departamento de Emergencias o el hospital ante la fatalidad inminente", escriben Billings y Bernacki.
"Desafortunadamente, no es fácil pronosticar y la información empírica no le aporta a los médicos la precisión que desean", agregan. Pero existen algunas herramientas que pueden ayudarlos.
La denominada "pregunta sorpresa" ayuda a identificar a los pacientes con alto riesgo de morir en el corto plazo, por lo menos entre los pacientes con cánceres avanzados o en diálisis.
Los médicos simplemente se preguntan: "¿Me sorprendería que este paciente muera el año que viene?". Los estudios demuestran que la probabilidad de morir en un año cuando los médicos responden "no" a esa pregunta es de 7,9 para los pacientes oncológicos y de 3,6 para los pacientes en diálisis.
Las tablas de expectativa de vida aportan una estimación pronóstica, pero Billings y Bernacki advierten que son "sorprendentemente inútiles" para hacer pronósticos.
Por otro lado, la funcionalidad es "un predictor sólido de mortalidad en los adultos mayores".
También existen distintos modelos pronósticos para las enfermedades, como el de Insuficiencia Cardíaca de Seattle, el de enfermedad hepática avanzada o MELD, por su nombre en inglés, y los índices de insuficiencia renal.
"Aun así, esos modelos son problemáticos porque los pacientes con enfermedades crónicas padecen comorbilidades", explican los autores, que consideran más útil un kit pronóstico que incorpora varias comorbilidades y está disponible en http://www.eprognosis.org.
"Con la guía de la pregunta sorpresa, el conocimiento del riesgo de muerte inminente o el uso de los índices pronósticos, los pacientes de alto riesgo, poca funcionalidad y comorbilidades deberían ser el grupo blanco en la práctica clínica para conversar y documentar las directivas anticipadas", aseguran Billings y Bernacki.
Pero, en realidad, "la responsabilidad de iniciar el diálogo sobre las directivas anticipadas es de los médicos", sostuvo Billings.
FUENTE: http://bit.ly/1bqTXYN
Oportunidad y selección de pacientes
Hablar sobre directivas anticipadas
Planificar qué cuidados se desea recibir en el final de la vida.