Por Kathleen Raven

NUEVA YORK (Reuters Health) - La Sociedad de Endocrinología recomendó que los hombres mayores que estén considerando la posibilidad de utilizar testosterona para contrarrestar la falta de libido, la fatiga, la irritabilidad o la pérdida de masa muscular deberían conocer los riesgos cardíacos de esa terapia hormonal.

La industria farmacéutica promociona la testosterona casi como una panacea para esos trastornos. Pero la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) la aprobó sólo para el tratamiento del hipogonadismo (cuando los testículos no producen suficiente cantidad de la hormona).

"La testosterona no está aprobada para las enfermedades ni la disminución de los niveles hormonales asociados con la edad", explicó el doctor Shalender Bhasin, de la Facultad de Medicina de Harvard, Boston, y coautor de la declaración de la sociedad científica.

Los niveles de testosterona comienzan a disminuir naturalmente después de los 30 años.

Las ventas de los productos de testosterona crecieron rápidamente. Bhasin comentó que el mercado, que era de entre 18 y 20 millones de dólares en 1988, creció a 2.200 millones de dólares en el 2013.

La Sociedad de Endocrinología se opone al uso generalizado de la terapia hormonal masculina hasta disponer de ensayos clínicos extensos. La declaración es una respuesta parcial a la decisión de la FDA de investigar el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), infarto y muerte en los usuarios de testosterona.

Bhasin recordó que con la terapia con estrógeno generó el mismo vacío hasta que a comienzos de la década del 2000 se publicaron los resultados del estudio conocido como Women's Health Initiative y se conocieron los riesgos potenciales. Con ese estudio, disminuyó significativamente la cantidad de recetas médicas.

Los resultados de un estudio sobre más de 55.000 hombres publicados en enero en PLOS ONE sugirieron que el uso de testosterona duplicaría el riesgo de infarto en los primeros 90 días de tratamiento en pacientes con antecedentes cardíacos.

Otro estudio sobre un grupo de pacientes masculinos de Asuntos del Veterano asoció el uso de testosterona con un aumento del riesgo de morir, de tener un infarto o un ACV.

En el 2010, el Instituto Nacional de Envejecimiento (NIA, por su nombre en inglés) suspendió un ensayo clínico con testosterona luego de que aumentaran las notificaciones de trastornos cardiovasculares asociados entre los usuarios de la terapia hormonal. El NIA está realizando otro ensayo clínico con 800 hombres.

Pero Bhasin recomendó que los varones con hipogonadismo que están utilizando la terapia hormonal no la suspendan sin consultar al médico. Al resto, les dijo que deberían recordar que "la T baja no es una enfermedad, sino un valor numérico y que un número no es una enfermedad".

El doctor Robert Hoover, del Instituto Nacional del Cáncer, Bethesda, y coautor del estudio de PLOS ONE, dijo por e-mail: "Los pacientes necesitan la información sobre lo que sabemos y no sabemos de los riesgos y los beneficios de la terapia de testosterona antes de tomar una decisión sobre ese tratamiento".

FUENTE: Endocrine Society