Cada caso que se añadió a la carga de trabajo se vincula con un riesgo más alto de muerte para el paciente, afirman los investigadores.
Mary Elizabeth Dallas
Los pacientes que se han sometido a procedimientos quirúrgicos tienen más probabilidades de morir si reciben tratamiento en hospitales en los que el personal de enfermería tiene mayores cargas de trabajo y hay un número menor de ellos con una licenciatura, según un nuevo estudio europeo.
Los hallazgos, publicados el 25 de febrero en la revista The Lancet, sugieren que "un nivel seguro de personal de enfermería en un hospital podría ayudar a reducir los casos de mortalidad tras la cirugía, y ponen en duda la opinión ampliamente compartida de que la experiencia del personal de enfermería es más importante que su nivel de educación", comentó en un comunicado de prensa de la revista la líder del estudio, Linda Aiken, profesora en la Facultad de Enfermería de la Universidad de Pensilvania.
Para realizar el estudio, los investigadores examinaron las encuestas de más de 26,500 enfermeros. También revisaron los antecedentes médicos de más de 420,000 pacientes de a partir de 50 años de edad después de que abandonaran el hospital tras someterse a procedimientos quirúrgicos comunes, como una cirugía de reemplazo de una articulación o de la vesícula biliar.
Los investigadores también consideraron la edad de los pacientes, el sexo, el tipo de cirugía y si tenían o no otras afecciones médicas para evaluar el riesgo individual de muerte. Después de tomar en cuenta estos factores, los autores del estudio analizaron el modo en que el nivel de educación del personal de enfermería afectaba a los resultados de los pacientes.
Los pacientes recibieron tratamiento en 300 hospitales en 9 países europeos. Los investigadores también tomaron en cuenta algunos detalles sobre estos hospitales, como el tamaño, la disponibilidad de cierto tipo de tecnología y si se trataba de un hospital académico o no.
Los autores del estudio descubrieron que, por cada paciente adicional que se añadía a la carga de trabajo de un enfermero, las probabilidades de que murieran los pacientes a los que se realizaba una cirugía en un plazo de 30 días después aumentaba en un 7 por ciento.
Por otra parte, los hallazgos revelaron que un aumento del 10 por ciento en la proporción del personal de enfermería con una licenciatura se relacionó con una reducción del 7 por ciento del riesgo de muerte de los pacientes.
El estudio también reveló que la carga de trabajo y el nivel educativo del personal de enfermería varió de un país al otro. Aunque había, en promedio, 12 pacientes por cada 7 enfermeros en España, en Bélgica había 10 pacientes por cada 8 enfermeros. Por otra parte, había 6 pacientes por cada 9 enfermeros en Irlanda, y 5 pacientes por cada 2 enfermeros en Noruega.
Todos los enfermeros de España y Noruega considerados en el estudio tenían una licenciatura. No obstante, solo el 10 por ciento del personal de enfermería en Suiza y el 28 por ciento en Inglaterra tenían este nivel de educación, indicaron los autores del estudio.
Los investigadores sugirieron que habría una reducción casi del 30 por ciento en el riesgo de mortalidad tras la cirugía en los hospitales donde el personal de enfermería atendiera a un promedio de 6 pacientes en lugar de 8 y la proporción de enfermeros con licenciatura fuera al menos del 60 por ciento.
"Nuestros hallazgos enfatizan el riesgo que podría haber para los pacientes como consecuencia de las reducciones en el personal de enfermería por las medidas de austeridad que se han tomado recientemente, y sugieren que dar más importancia al nivel de educación del personal de enfermería podría reducir las muertes en los hospitales", indicó Aiken.
Aunque el estudio halló una asociación entre la carga de trabajo y el nivel de educación del personal de enfermería y los resultados de los pacientes, no probó que hubiera una relación de causalidad.
En un comentario sobre los hallazgos del estudio, Alvisa Palese, de la Universidad de Udine, en Italia, y Roger Watson, de la Universidad de Hull, en Inglaterra, escribieron que "el estudio de Aiken y sus colaboradores proporciona evidencias a favor de unas proporciones adecuadas entre el personal de enfermería y los pacientes, y también proporciona un respaldo para que los enfermeros sean licenciados. Será interesante observar si estos hallazgos se usan como información para las políticas de atención de salud o cómo se implementan en la práctica. No tememos que estas evidencias se prueben y se consideren flojas, sino que más bien se las estimará demasiado caras para ponerlas en práctica".
FUENTE: The Lancet, news release