Por Shereer Jegtvig
NUEVA YORK (Reuters Health) - La exposición al moho en el hogar eleva el riesgo de desarrollar síntomas del asma en la mediana edad, según demuestra un estudio de Australia.
Cuanto más moho habían visto los participantes en sus casas, más síntomas asmáticos tenían. Los hombres eran especialmente vulnerables, en ellos se cuadruplicó el riesgo de desarrollar asma no alérgico después de la exposición a moho visible.
"La exposición de la que estamos hablando es el moho típico de la humedad que vemos en nuestras casas, el del baño, la cocina y el lavadero", dijo por correo electrónico John Burgess, investigador de la Escuela de Población y Salud Global de Melbourne, Universidad de Melbourne. Junto con su colega Desiree Meszaros dirigió el estudio.
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos estima que el asma afecta a unos 25 millones de los ciudadanos de ese país y que siete millones de ellos son niños. Suele aparecer en la infancia y, a menudo, en niños con alergias.
"Hicimos este estudio porque el asma en los adultos no es necesariamente la misma enfermedad", dijo Burgess. "En los adultos, el asma no alérgico es más común. Inferimos que el riesgo de desarrollar 'asma no alérgico' por la exposición a los contaminantes de ambientes cerrados aumentaría en esa población", agregó.
El equipo utilizó la información de un estudio en curso que comenzó en 1968, cuando los participantes tenían siete años. En el 2004, 5.729 participantes respondieron cuestionarios sobre su salud, como si tenían síntomas respiratorios o cómo eran sus casas.
El 11,6 por ciento tenía asma en el 2004. El 17 por ciento sentía opresión en el tórax durante la noche y el 23 por ciento dijo que había tenido sibilancias el año anterior. Un 30 por ciento de los participantes fumaba y el 15 por ciento de esas viviendas incluía por lo menos un fumador más.
Casi la mitad dijo que había visto moho en alguna superficie del hogar y un tercio lo había visto en los últimos 12 meses, según publica el equipo en Respirology.
Esa exposición reciente al moho estaba asociada con un 26 por ciento más posibilidad de tener asma, con un 34 por ciento más riesgo de padecer sibilancias y con un 30 por ciento más posibilidad de sentir opresión en el pecho.
A mayor cantidad de habitaciones con moho en el hogar, síntomas más graves aparecían
La exposición cuadruplicó el riesgo de desarrollar asma no alérgico en los hombres, pero no en las mujeres.
Además, la exposición al humo de segunda mano estuvo asociado en los no fumadores con un aumento del riesgo de desarrollar asma, sibilancias y opresión en el tórax.
"No hallamos evidencia de que el tipo de cocina utilizada en una vivienda tuviera algún efecto en el riesgo de padecer asma", aclaró Burgess. "Pero hallamos que la existencia de un aire acondicionado de ciclo invertido en el hogar estuvo asociada con un 16 por ciento de menor riesgo de desarrollar asma", agregó.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ofrece claves para controlar el moho y recomienda eliminarlo rápidamente y reparar todo problema de cañerías o pérdida de agua. Secar las áreas dañadas en 24-48 horas previene la aparición del moho.
Eliminar el moho demanda dos pasos, según Burgess, "primero, hay que limpiarlo de las superficies. Para eso, no hay que utilizar un cepillo seco porque sólo diseminará las partículas en el ambiente. Segundo, hay que asegurarse de que la habitación esté ventilada y seca. El moho no crece en áreas secas y bien ventiladas".
FUENTE: Respirology