El dolor de espalda baja provoca más discapacidad que casi otras 300 afecciones en todo el mundo, según una investigación reciente, y casi una de cada diez personas de todo el planeta sufre de dolor en la espalda baja.
Un segundo estudio, que observó la afección en tipos específicos de trabajos, halló que el dolor de espalda baja es responsable de alrededor de una tercera parte de la discapacidad relacionada con el trabajo.
"El dolor de espalda baja es algo que casi todas las personas experimentan en algún momento de sus vidas. Es algo común en ambos sexos y en todos los grupos de edad, países, grupos socioeconómicos, niveles de ocupación y profesiones", afirmó el autor líder del primer estudio, Damian Hoy, miembro principal de investigación de la Facultad de Salud de la Población de la Universidad de Queensland, en Australia.
"Para la mayoría de personas con dolor de la espalda baja, la causa específica no está clara", dijo, pero "hay ciertos factores que parecen poner a las personas en un mayor riesgo de sufrir de dolor de la espalda baja".
Una mayor edad, un nivel educativo bajo, la obesidad, tener estrés, la ansiedad y la depresión (además de los trabajos que requieren de levantar pesos significativos y que son extremadamente estresantes) son factores que aumentan el riesgo de dolor de espalda baja, según Hoy.
Un experto de EE. UU. afirmó que los resultados no le sorprenden.
"El dolor de espalda es la principal causa por la que no se va al trabajo en EE. UU.", afirmó el Dr. Anders Cohen, jefe de neurocirugía y cirugía de la columna del Centro del Hospital de Brooklyn, en la ciudad de Nueva York.
En el primer estudio, Hoy y sus colaboradores revisaron 117 estudios publicados que incluían información sobre la prevalencia del dolor de espalda baja. También revisaron encuestas realizadas en 50 países sobre la prevalencia y la gravedad del dolor de espalda baja.
En comparación con otras 291 afecciones de salud, los investigadores hallaron que el dolor de espalda baja provoca más discapacidad global que ningún otro problema de salud estudiado. El dolor de espalda afectó al 9.4 por ciento de las personas en 2010, mostró el análisis.
Los hombres eran más propensos que las mujeres a sufrir de dolor de espalda. Un promedio de poco más del 10 por ciento de los hombres tenían dolor de espalda, frente al 8.7 por ciento de las mujeres.
El dolor de espalda también varió significativamente según el área geográfica. "La prevalencia fue más alta en Europa occidental, seguido del norte de África y Oriente Medio, y la prevalencia más baja fue en el Caribe, seguido de Centroamérica", apuntó Hoy.
En Europa occidental, la prevalencia promedio del dolor de espalda fue de un 15 por ciento, y en la región del norte de África y de Oriente Medio, fue de 14.8 por ciento. Las tasas más bajas se hallaron en el Caribe, donde la tasa de prevalencia fue del 6.5 por ciento, y en Centroamérica, donde fue del 6.6 por ciento, reportó Hoy. La prevalencia de dolor de espalda baja fue del 7.7 por ciento en las áreas de altos ingresos de Norteamérica.
Unos niveles más altos de ejercicio, una estatura más baja, unos umbrales de dolor más altos y un menor acceso al seguro médico podrían ser los motivos de que los países en desarrollo reportaran unas tasas ligeramente más bajas de dolor de espalda baja, sugirió Hoy.
El segundo estudio, realizado por investigadores en Australia y en Estados Unidos, observó datos de 187 países entre 1990 y 2010. Poco más de una tercera parte de toda la discapacidad relacionada con el trabajo se vinculaba con el dolor de espalda baja, halló el estudio.
El riesgo de dolor de espalda baja fue casi cuatro veces mayor en las personas que trabajaban en la agricultura, en la crianza de animales, en la silvicultura, la pesca y la cacería en comparación con otras profesiones, reportó un equipo liderado por el Dr. Tim Driscoll, de la Universidad de Sídney, en Australia.
Las personas que trabajan en producción, los jornaleros y los operadores de equipo de transporte tenían un riesgo un 54 por ciento más alto de dolor de espalda baja, mientras que los trabajadores de servicios tenían un riesgo un 47 por ciento más alto, según el estudio. El trabajo de oficina se asoció con las tasas más bajas de dolor de espalda baja.
Mantenerse en forma es una de las mejores formas de prevenir el dolor de espalda, según Cohen, el experto de EE. UU. "El adulto joven promedio podría ser atlético y estar en bastante buena forma", comentó. "Una vez se tiene trabajo, quizá no se mantenga el nivel normal de forma física, y si eso se combina con el envejecimiento y entonces con el hecho de hacer mucho ejercicio el fin de semana, se termina en una situación que no es buena para la espalda", explicó.
Dijo que es importante mantener la fuerza central (abdominal) y la flexibilidad para mantener la espalda sana.
Para las personas que sufren de dolor en la espalda baja, la Dra. Rachelle Buchbinder, coautora del estudio de Hoy y profesora de epidemiología y medicina preventiva de la Universidad de Monash, en Australia, dio sugerencias a los médicos.
"Para el dolor de espalda no específico (que explica la mayoría de casos de dolor de espalda) la gestión basada en la evidencia conlleva consolar con el pronóstico favorable, aconsejar que se continúe con las actividades usuales y que se permanezca activo, y la receta de analgésicos sencillos según sea necesario", apuntó Buchbinder.
Tanto Buchbinder como Cohen dijeron que con frecuencia la cirugía no resulta necesaria.
"Con las poblaciones que envejecen y crecen, el dolor de espalda baja es una enorme carga en los países en desarrollo", apuntó Hoy, el autor líder. "Se predice que aumente sustancialmente en las próximas décadas, y probablemente tendrá un impacto enorme sobre el sustento de los individuos, los sistemas de atención de salud y las economías".
Ambos estudios aparecen en la edición en línea del 24 de marzo de la revista Annals of the Rheumatic Diseases.
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Fuente: Medlineplus