Por Andrew M. Seaman
Una serie de artículos publicados en JAMA revisa los riesgos y los beneficios de la mamografía de control en distintas edades y prueba que las mujeres necesitan recibir información más individualizada y de mejor calidad.
La mamografía está asociada con una reducción del riesgo de morir por cáncer de pecho, aunque no por igual para todas, pero también con riesgos reales, según escribe la doctora Lydia Pace y su colega.
"Sería más fácil para todos si existiera un perfil de riesgo determinado que proporcionara una vía anticipada clara, pero no lo tenemos porque nuestros datos no son perfectos y todos somos distintos", indicó Pace, del Hospital de Brigham y las Mujeres, Boston. "Me gustaría tener más certezas", agregó.
Pace y su colega publican en JAMA que cada año mueren unas 40.000 estadounidenses por cáncer mamario.
La Comisión Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, por su nombre en inglés) se separó de otras organizaciones en el 2009 y comenzó a recomendarles a las mujeres con un nivel de riesgo promedio de desarrollar la enfermedad que se realicen una mamografía cada dos años a partir de los 50 años.
Muchas organizaciones del país siguen recomendando la mamografía anual a partir de los 40, pero un editorial sobre el nuevo estudio comenta que la mayoría de los demás países poseen guías similares a las de la USPSTF.
Las autoras reunieron estudios previos sobre los riesgos y los beneficios de la mamografía y hallaron que la mamografía anual está asociada con un 19 por ciento menos de muertes por cáncer mamario, aunque la reducción final depende de la edad de la mujer.
Por ejemplo: se diagnosticarían 190 cánceres mamarios invasivos si 10.000 mujeres de 40 se hicieran la mamografía anual. El control salvaría a cinco mujeres diagnosticadas, pero 25 morirían con o sin la mamografía.
La cantidad de cánceres diagnosticados, muertes y vidas salvadas aumentaría levemente si las 10.000 mujeres tuvieran 50 años.
Pero una década de pesquisas produciría más de 6.000 falsos positivos y unas 700 biopsias innecesarias.
Además, las autoras estimaron que 36 de los 190 cánceres diagnosticados en el grupo de 10.000 mujeres de 40 años controladas anualmente nunca habrían influido en la vida de las mujeres.
Es decir que 36 mujeres habrían sido operadas y habrían recibido quimioterapia u otros tratamientos sin nada a cambio.
En las mayores de 70, la decisión de hacer la pesquisa debería tener en cuenta otras enfermedades y la expectativa de vida razonable de cada caso, según explican las doctoras Louise Walter, de University of California, San Francisco, y Mara Schonberg, de la Facultad de Medicina de Harvard.
En otro estudio, ellas estimaron que la pesquisa cada dos años a partir de los 70 evitaría dos muertes por cáncer mamario por cada 1.000 mujeres controladas.
También produciría 200 falsos positivos y 13 sobrediagnósticos por cada 1.000 mujeres.
Las autoras concluyen que las mujeres tienen que conversar con sus médicos sobre los riesgos individuales y sus preferencias antes de tomar una decisión sobre la pesquisa.
En un editorial, los doctores Joann Elmore y Barnett Kramer sugieren que la promoción excesiva de la pesquisa y las preocupaciones de los médicos por las denuncias de mala praxis si no la recomiendan distorsionó la conversación sobre los riesgos y los beneficios de la mamografía.
FUENTE: JAMA
Una combinación compleja de riesgos y beneficios
Pesquisa del cáncer mamario
Un enfoque universal para que las mujeres se realicen la mamografía para detectar tempranamente el cáncer mamario no tiene respaldo científico y genera demasiado temor, según demuestra un equipo de Estados Unidos.