Por Shereen Jegtvig

NUEVA YORK (Reuters Health) - Las embarazadas noruegas que conservaron patrones alimentarios "prudentes" durante la gestación fueron menos propensas a tener partos prematuros que las participantes que optaron por una dieta típicamente "occidental" durante un nuevo estudio.

Los autores publican en British Medical Journal que tanto los patrones alimentarios más saludables como los más tradicionales de Escandinavia estuvieron asociados con una disminución del riesgo de tener un bebé prematuro.

Aseguran también que los resultados respaldan la necesidad de orientar a las embarazadas sobre la alimentación.

"La dieta es importante cuando se trata de la prematuridad y las embarazadas necesitan optar por o aumentar el consumo de vegetales frescos y crudos, frutas, granos integrales, ciertos pescados y agua", dijo la autora principal, doctora Linda Englund-Ã-gge, del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Instituto de Ciencias Clínicas de la Academia Sahlgrenska en Gotemburgo, Suecia.

"Los bebés prematuros están expuestos a una elevada morbilidad en el corto y el largo plazo y casi el 75 por ciento de las muertes neonatales ocurre en ese grupo", explicó Englund-Ã-gge. "En Estados Unidos, más de uno de cada 10 partos son prematuros", añadió.

El equipo estudió a 66.000 mujeres que habían participado del Estudio Noruego de la Madre y el Niño, y quedaron embarazadas entre el 2002 y el 2008. Las mujeres respondieron cuestionarios cuando tenían 15 semanas de gestación, y dos y siete semanas después.

Primero, informaron sobre sus estilos de vida, orígenes, enfermedades y otras cuestiones asociadas con la salud. El segundo cuestionario se concentró en los hábitos alimentarios desde el inicio del embarazo.

Con esa información, el equipo las organizó en tres grupos por patrones alimentarios: prudente, tradicional u occidental.

El primero incluía el consumo de verduras crudas y cocidas, ensaladas, cebolla/puerro/ajo, frutas y frutos rojos, frutos secos, aceites vegetales, agua, granos integrales, pollo y pan rico en fibra.

La dieta tradicional contenía alimentos como papa hervida, derivados de pescado, pescado magro, margarina, arroz con leche, leche descremada y vegetales cocidos; mientras que la dieta occidental era rica en "snacks" salados, chocolate y dulces, tortas, papas fritas, pan blanco, ketchup, bebidas dulces, carne procesada y pastas.

"Es raro que una mujer no coma algún producto poco saludable durante el embarazo, aun aquellas con los hábitos más saludables", dijo Englund-Ã-gge. "Por lo tanto, las participantes recibieron un puntaje por sus patrones alimentarios", añadió.

Comentó que las mujeres con hábitos alimentarios saludables que a veces optaron por productos no tan recomendables durante el embarazo obtuvieron un puntaje mayor que aquellas con un patrón poco saludable.

Hubo 3.505 partos prematuros. Las seguidoras de la dieta prudente eran un 11 por ciento menos propensas a tener un bebé prematuro que las adherentes a la dieta occidental y las seguidoras de la dieta tradicional lo fueron un 10 por ciento menos.

"Nos gustaría que los médicos, las parteras y otros profesionales que atienden a las embarazadas refuercen el mensaje de que ellas deberían tener una dieta equilibrada y saludable", indicó la autora.

El doctor Louis Muglia, codirector del Instituto Perinatal y director del Centro de Prevención del Parto Prematuro del Hospital de Niños de Cincinnati, recordó que "existen factores de riesgo modificables que las personas pueden cambiar para mejorar los resultados del embarazo".

"Este es un estudio bien realizado y, en muchos aspectos, reafirma lo que sabíamos: un estilo de vida saludable mejora los resultados gestacionales y una parte importante es el patrón alimentario", agregó.

Con estos resultados, consideró, una dieta equilibrada con más alimentos ricos en vitaminas y otros micronutrientes probablemente promueva el embarazo a término.

FUENTE: British Medical Journal