Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Las mujeres que consumen gran cantidad de grasa, en especial saturada, estarían expuestas a un aumento del riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer mamario, sugiere un nuevo estudio, el segundo análisis de los resultados de una investigación en el largo plazo.
Los datos indican que la grasa tendría un papel en la aparición de ciertas formas de la enfermedad, pero no de otras. Aun así, eso no prueba que la dieta rica en grasa sea el motivo por el que las mujeres desarrollar el cáncer.
"En nuestro estudio, demostramos que el consumo de grasa saturada está asociada con el riesgo de desarrollar cáncer mamario", dijo por e-mail la autora principal, Sabina Sieri, de la Fundación IRCCS del Instituto Nacional de Tumores de Milán, Italia. "El consumo de ácidos grasos saturados debería ser el más bajo posible de una alimentación saludable".
La grasa saturada proviene principalmente de la carne y otros derivados animales, como manteca y queso. Los nuevos resultados provienen de un estudio sobre unas 337.000 mujeres de 10 países de Europa que respondieron cuestionarios sobre la dieta y el estilo de vida. Durante los 11-12 años de estudio, se le diagnosticó cáncer mamario a unas 10.000 participantes.
El estudio original había revelado que las mujeres que más grasa saturada consumían eran más propensas a desarrollar cáncer de pecho. Ahora, en este segundo análisis, el equipo utilizó las historias clínicas para clasificar los cánceres en subtipos, por ejemplo, si el tumor respondía al estrógeno y la progesterona.
Y los autores observaron que las mujeres con alimentación rica en grasa saturada eran un 28 por ciento más propensas a desarrollar tumores con receptores de estrógeno y progesterona que aquellas que menos grasa saturada ingerían. El patrón se repitió con el consumo de grasas totales.
Aun así, la posibilidad de desarrollar tumores mamarios sin receptores de esas hormonas no estuvo asociada con el contenido de grasa de la dieta, publica el equipo en Journal of the National Cancer Institute.
Para los autores, es posible que la grasa alimentaria aumente en el organismo los niveles de las hormonas sexuales. Eso explicaría por qué la dieta rica en grasa está asociada con un aumento del riesgo de que aparezcan tumores cuyo crecimiento está relacionado con el estrógeno y la progesterona, lo que se conoce como cánceres con receptores hormonales positivos y son la mayoría de los diagnósticos de cáncer mamario.
El equipo de Sieri detectó que el consumo de altos niveles de grasa saturada también estaba asociado con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de pecho HER2 negativo, pero no HER2 positivo (HER2, por el receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano, es uno de los factores que sirve para determinar la velocidad de crecimiento tumoral).
El doctor Clifford A. Hudis, jefe del Servicio de Medicina del Cáncer de Mama del Centro de Oncología Memorial Sloan Kettering, Nueva York, dijo que el riesgo extra de desarrollar cánceres con receptores hormonales positivos asociado al consumo de grasa saturada es "relativamente modesto". Es más, "esas pacientes no tuvieron que seguir una u otra dieta al azar".
Eso quiere decir que otras diferencias entre las participantes con una alimentación rica o reducida en grasas habrían influido en el riesgo de desarrollar cáncer.
Aun así, para Hudis, los resultados coinciden con estudios recientes sobre ciertos tipos de cánceres mamarios y la información disponible de los efectos biológicos de la grasa alimentaria.
FUENTE: Journal of the National Cancer Institute
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Dietas ricas en grasas asociadas con algunos tipos de cáncer mamario
La dieta rica en grasa está asociada con un aumento del riesgo de que aparezcan tumores cuyo crecimiento está relacionado con el estrógeno y la progesterona.