Por Krystnell Storr
NUEVA YORK (Reuters Health) - Luego de una consulta de urgencia por dolor de pecho, los pacientes que continúan los controles con un médico son menos propensos que los que no lo hacen a tener un infarto o morir durante el año siguiente, según indica un equipo de Canadá.
Tras revisar información sobre más de 200.000 pacientes con bajo riesgo de infarto atendidos en una sala de ER de Ontario por dolor en el pecho, el equipo observó que el 30 por ciento no se volvió a controlar. Pero los que lo hicieron, tendieron a evolucionar mejor.
"A menudo, los pacientes confunden el alta médica de un Departamento de ER con que están sanos y eso no siempre es así", dijo el autor principal, doctor Dennis Ko, cardiólogo del Centro de Ciencias de la Salud Sunnybrook de la Universidad de Toronto.
Los médicos utilizan las consultas de control como una oportunidad para detectar la causa del dolor de pecho, algo difícil de lograr, según dijo Ko, en especial en los pacientes sin factores de riesgo de infarto, como la diabetes, la hipertensión u otra enfermedad cardíaca preexistente.
Luego de otras pruebas, el médico de atención primaria puede derivar al paciente al cardiólogo u otro especialista. De hecho, los participantes del estudio que habían consultado al médico y a un cardiólogo, o sólo al cardiólogo, fueron los menos propensos a morir o tener un infarto durante el año siguiente a la consulta de ER.
"Nos sorprendió semejante beneficio del control médico de seguimiento en este grupo porque los pacientes no tenían muchos factores de riesgo cardiovasculares", comentó Ko.
El dolor de pecho es uno de los principales síntomas del infarto. Los CDC de Estados Unidos estiman que más de 5 millones de estadounidenses consultan por ese dolor en salas de ER anualmente. Las guías médicas indican que, después del alta, hasta los pacientes sin un infarto aparente deberían hacer una consulta de control para estudiar el origen del dolor.
El equipo de Ko analizó las historias clínicas de 216.527 pacientes que recibieron el alta médica tras una evaluación por dolor de pecho en un departamento de ER de Ontario entre abril del 2004 y marzo del 2010. Los pacientes tenían alrededor de 50 años y bajo riesgo de infarto porque no tenían diabetes u otros factores de riesgo.
Los autores indagaron si habían concurrido a un médico clínico o especialista en los 30 días posteriores a la consulta de ER y si habían tenido un infarto o habían muerto en los 12 meses posteriores al alta médica.
En el primer mes, el 29 por ciento (casi 70.000) no consultó a ningún médico. El 60 por ciento concurrió por lo menos a su médico clínico, el 8 por ciento consultó al médico clínico y al cardiólogo, y el 4 por ciento sólo fue al cardiólogo.
A diferencia de los pacientes que no realizaron una consulta de control, los que concurrieron al médico clínico y al cardiólogo tuvieron un 19 por ciento menos riesgo de tener un infarto o morir en el año siguiente. En el grupo que consultó sólo al cardiólogo, el riesgo se redujo un 13 por ciento, según publica American Heart Journal.
Consultar al médico clínico solamente no redujo los riesgos más que no hacerlo. Aun así, los autores destacan el papel que tiene el médico de atención primaria como "portero" del sistema para derivar a los pacientes al especialista adecuado.
"Uno de los hallazgos más sorpresivos es que en un sistema donde están cubiertos todos los costos médicos, el 29 por ciento de los pacientes no concurre a la consulta de control después de sentir dolor en el pecho", dijo Umesh Khot, cardiólogo de la Clínica de Cleveland, Ohio, y que no participó del estudio.
FUENTE: American Heart Journal
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"A menudo, los pacientes confunden el alta médica de un Departamento de ER con que están sanos y eso no siempre es así".