Por Gene Emery
NUEVA YORK (Reuters Health) - El uso de las técnicas robóticas para extirpar la vejiga con cáncer no reduce el riesgo de que los pacientes tengan complicaciones respecto a la cirugía abierta convencional, según indica una nueva comparación con 118 pacientes del Centro de Oncología Memorial Sloan Kettering de Nueva York.
El estudio, publicado en New England Journal of Medicine, es la primera comparación en curso de los riesgos y los beneficios de ambas técnicas. "Los robots tuvieron mucha publicidad y era difícil estudiarlos en perspectiva", dijo el doctor Vincent Laudone, uno de los coautores del estudio.
La doctora Jennifer Yates, directora de Urología Mínimamente Invasiva de la Facultad de Medicina de University of Massachusetts, y que no participó del estudio, opinó que los resultados sorprenderán a los cirujanos.
Dijo que los robots demostraron ser tan valiosos para extirpar la próstata que muchos cirujanos estaban convencidos de que obtendrían los mismos beneficios al extirpar la vejiga. "Van a decir '¡Qué sorpresa!' Les gustará saber que la tasa de complicaciones es comparable".
Laudone dijo que, para los pacientes, esto significa que "si consultan a un cirujano con experiencia en la técnica tradicional que le recomienda ese tipo de cirugía, el consejo es razonable".
Estimó que un 25 por ciento de las cistectomías radicales se están haciendo con robots.
El estudio demuestra también que los pacientes operados con la técnica convencional pasan un 28 por ciento menos tiempo en el quirófano, pero pierden más sangre, unos 1,5 dL, aunque "con esa cantidad, no habría un efecto adverso significativo", precisó Laudone.
"Estos resultados señalan la necesidad de contar con ensayos clínicos aleatorizados para informar sobre los riesgos y los beneficios de las nuevas tecnologías quirúrgicas antes de su implementación", finaliza el equipo.
En Estados Unidos, cada año se detectan unos 67.000 tumores de vejiga, que hay que extirpar en un cuarto de los casos.
El nuevo estudio incluyó un grupo de pacientes a los que se les extirpó la vejiga y los nódulos linfáticos cercanos. Los varones también perdieron la próstata y las mujeres, los ovarios, las trompas de Falopio, el útero y otros órganos.
Aun con un robot de 2 millones de dólares, hubo que recurrir a la cirugía convencional para redireccionar la orina a los intestinos.
El 22 por ciento de los 60 pacientes operados con el robot desarrolló por lo menos una complicación grave en los primeros 90 días. Una complicación era grave si demandaba tratamiento quirúrgico, intubación o rehabilitación mayor. La frecuencia era casi la misma (21 por ciento) con la cirugía convencional.
Al incluir en el análisis las complicaciones más leves, como las que demandan el uso de medicinas por vía intravenosa o una transfusión de sangre, el riesgo trepó al 62 por ciento con el robot y al 66 por ciento con la cirugía abierta.
La hospitalización duró en promedio ocho días con ambas técnicas. Pero los pacientes operados con el robot pasaron dos horas más en el quirófano. Laudone y Yates coincidieron en que esa diferencia disminuirá con la práctica.
"Es una tecnología que está en permanente evolución y nosotros estamos evolucionando en el aprendizaje de la técnica", dijo Laudone.
FUENTE: http://bit.ly/1wN4FCQ
Comparada con la cirugía abierta convencional
La cirugía robótica de la vejiga no reduce las complicaciones
Un 25 por ciento de las cistectomías radicales se están haciendo con robots.