Una IRM que mide el flujo sanguíneo en el cerebro podría ayudar a predecir qué adultos mayores están en riesgo de pérdida de memoria en un futuro, sugiere un estudio preliminar.
Los investigadores hallaron que, en algunos adultos aparentemente sanos, la técnica de IRM pudo detectar reducciones en el flujo sanguíneo a una región cerebral vinculada con la memoria. Y esas personas eran más propensas que sus pares a mostrar una pérdida de memoria sutil 18 meses más tarde.
Los resultados, sobre los que se informa en la edición en línea del 7 de octubre de la revista Radiology, no significan que las personas mayores deban apresurarse a obtener escáneres del cerebro, enfatizaron los investigadores.
Pero con más estudios, la técnica de IRM podría resultar útil para detectar pronto el declive mental. "Ese es el objetivo a largo plazo", aseguró el líder del estudio, el Dr. Sven Haller, médico principal de los Hospitales Universitarios de Ginebra, en Suiza.
Por ahora, apuntó Haller, la tecnología se podría usar en la investigación, en específico para seleccionar a los pacientes para los ensayos clínicos que evalúan nuevos fármacos para retrasar la enfermedad de Alzheimer.
Hasta ahora, los ensayos farmacológicos sobre el Alzheimer han arrojado resultados decepcionantes, señaló Haller.
"El problema es que hay que incluir pacientes en una etapa temprana, porque es poco probable que un medicamento recupere el declive cognitivo [mental] ya existente", dijo. "Pero podría, con algo de suerte, reducir la velocidad de avance del declive cognitivo", sugirió.
Debra Fleischman, una investigadora del Alzheimer que no participó en el estudio, se mostró de acuerdo. "La detección temprana es esencial para desarrollar y optimizar los tratamientos", comentó.
"Estos hallazgos son importantes respecto a la detección temprana porque se enfocan en personas con una cognición normal, pero segregan ese [grupo] en los que permanecen estables y los que declinan dentro de un rango normal en un periodo de 18 meses", señaló Fleischman, profesora de ciencias neurológicas del Centro Médico de la Universidad de Rush, en Chicago.
Eso significa que la técnica de IRM "se muestra promisoria" para detectar el declive mental antes de que haya síntomas aparentes, según Fleischman. Pero subrayó que se necesita mucha más investigación antes de que alguna técnica de imágenes del cerebro se pueda usar de esa forma.
Ahora mismo, otro tipo de escáner del cerebro, conocido como tomografía por emisión de positrones (TEP), a veces se utiliza para ayudar a diagnosticar a las personas con síntomas de demencia, apuntó Fleischman.
Ese tipo de técnica de imagen, que requiere de la inyección de una sustancia radiactiva, detecta los depósitos de una proteína llamada beta amiloidea, que puede ser un indicador de la enfermedad de Alzheimer.
Pero, dijo Fleischman, "hay controversia sobre el uso de los escáneres [TEP] para identificar el riesgo en las personas sin síntomas".
Esto se debe a que una persona con aglomeraciones de beta amiloidea no necesariamente contraerá síntomas de demencia, explicó Fleischman. Entonces, los investigadores siguen buscando pruebas, o combinaciones de pruebas, que puedan detectar con precisión a las personas que desarrollarán Alzheimer.
En el estudio actual, el equipo de Haller evaluó una técnica de IRM conocida como etiquetado de giro arterial, que mide el flujo sanguíneo en el tejido cerebral.
A diferencia de las TEP, la técnica no usa radiación, y solo añade unos minutos a la IRM estándar, dijo Haller.
Su equipo escaneó a 148 hombres y mujeres, la mayoría entre los 70 y los 79, que no tenían síntomas de deterioro en la memoria, y a 65 adultos mayores que presentaban un deterioro leve.
Al inicio del estudio, el grupo sin deterioro tomó unas pruebas estándares de memoria, planificación y otras habilidades mentales. Tomaron las mismas pruebas 18 meses después. En ese momento, encontró el equipo de Haller, casi la mitad del grupo mostraba un declive sutil.
Cuando los investigadores volvieron a observar las imágenes de IRM, hallaron un patrón: los escáneres tendían a mostrar un flujo sanguíneo más bajo hacia ciertas regiones del cerebro en los adultos mayores que luego mostraron un declive en la función mental.
Los autores del estudio reportaron que los escáneres de esos participantes del estudio se parecían a los del grupo con un deterioro leve.
Haller dijo que su equipo continúa siguiendo a los participantes del estudio, para ver cómo les va con el tiempo. También están observando si los resultados de las IRM se pueden combinar con otras pruebas para mejorar la precisión de los escáneres.
Fleischman apuntó que la técnica de IRM podría potencialmente ofrecer una alternativa más segura y más ampliamente disponible a las TEP, y quizá también menos cara. Las TEP, cuando se usan para ayudar a diagnosticar el Alzheimer, cuestan en promedio 3,000 dólares, según la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association).
Pero por ahora, las TEP solo se usan para diagnosticar a las personas con síntomas, no para intentar predecir el Alzheimer.
"Se necesita mucha más investigación antes de que podamos usar estos escáneres, la TEP o la IRM, para identificar a las personas que de verdad están en riesgo", comentó Fleischman.
FUENTES: Sven Haller, M.D., senior physician, neuroradiology, University of Geneva, Switzerland; Debra Fleischman, Ph.D., professor, neurological sciences and behavioral sciences, Rush University Medical Center, Chicago; Oct. 7, 2014, Radiology.