Una conmoción cerebral leve después de los 65 años de edad podría aumentar el riesgo de contraer demencia, según un nuevo estudio.
Las lesiones cerebrales parecen representar peligros especiales para las personas mayores en comparación con las de mediana edad, afirman los investigadores.
"Esto fue sorprendente y sugiere que el cerebro con una edad avanzada podría ser especialmente vulnerable a las lesiones cerebrales traumáticas, independientemente de la gravedad de la lesión cerebral traumática", dijo la autora principal del estudio, la Dra. Raquel Gardner, investigadora clínica en el Centro Médico de Asuntos de Veteranos de San Francisco.
"O para decirlo de forma más positiva, el cerebro más joven podría ser más resiliente ante las lesiones cerebrales traumáticas leves o podría tardar más en mostrar síntomas de demencia", añadió.
Sea cual sea el caso, creo que los hallazgos deberían fomentar los esfuerzos para que las personas mayores eviten las lesiones en la cabeza.
"La mayoría de los médicos y los pacientes comprenden la importancia de evitar las caídas para evitar lesiones corporales. Este estudio sugiere que la prevención de las caídas no solamente podría evitar las lesiones corporales, sino incluso prevenir la demencia", explicó.
No está claro a partir de la investigación el modo en que las lesiones cerebrales podrían llevar a la demencia, y no demuestra que las lesiones en realidad causaran el deterioro mental. Gardner afirmó que ella y otros investigadores realizaron el estudio para comprender mejor el aparente vínculo entre las lesiones cerebrales y la demencia.
"Aunque muchos estudios han mostrado que las lesiones cerebrales traumáticas en una edad temprana aumentan la probabilidad de demencia, ha sido más difícil establecer si las lesiones al final de la vida también aumentan la probabilidad de sufrir de demencia", indicó.
"Se trata de una cuestión muy importante porque las tasas más altas de lesiones cerebrales traumáticas en este país son de personas mayores", añadió.
En el nuevo estudio, los investigadores dieron seguimiento a casi 52,000 pacientes de las salas de emergencias en California desde 2005 hasta 2011. Todos habían sufrido lesiones traumáticas de varios tipos en 2005 o 2006 y eran mayores de 55 años.
Aunque un poco por debajo del 6 por ciento de los que sufrieron lesiones fuera del cerebro acabaron teniendo demencia, más del 8 por ciento de los que sufrieron lesiones cerebrales entre moderadas y leves también terminaron así, hallaron los investigadores.
A partir de los 55 años de edad, la lesión cerebral entre moderada y grave se asoció con un riesgo mayor de demencia. Pero a partir de los 65 años, incluso una lesión cerebral leve aumentaba el riesgo de demencia, según los autores del estudio.
"Si una persona se cae y sufre una lesión cerebral traumática, entonces puede tener un 26 por ciento más de probabilidades de contraer demencia que si se cae y se rompe un brazo o una pierna", dijo Gardner.
En cuanto a las personas que sufrieron más de una lesión cerebral traumática, las probabilidades de tener demencia aumentaron más del doble, dijo.
Pero el hecho de que una persona que ha sufrido una conmoción se recupere mentalmente o acabe teniendo demencia probablemente dependa de muchos factores, que van desde la genética y las afecciones médicas hasta las exposiciones ambientales y las características específicas de la lesión, dijeron los autores.
Una limitación del estudio es que no incluyó la información de los antecedentes familiares, las enfermedades anteriores u otras lesiones en la cabeza, reconocieron los autores. Tampoco identifica el tipo de demencia que tuvieron ni dice nada sobre las conmociones cerebrales en las personas jóvenes o el posible beneficio de llevar casco.
"Sin embargo, basándome en otros estudios, sin duda aconsejaría a las personas de todas las edades que llevaran un casco puesto cada vez que realicen actividades que tengan un riesgo alto de lesiones cerebrales traumáticas o de conmociones, como esquiar cuesta abajo, ir en bicicleta o hacer placajes en el fútbol americano", comentó Gardner.
"Aunque sigue siendo posible sufrir una conmoción con el casco puesto, generalmente será más leve que si no llevara uno puesto", dijo.
Kristen Dams-O'Connor, codirectora del Centro de Investigación sobre Lesiones Cerebrales Mount Sinai, de la ciudad de Nueva York, alabó el estudio, pero advirtió que las lesiones en la cabeza no garantizan que se vaya a tener demencia. "Sabemos que la mayoría de los supervivientes a lesiones cerebrales traumáticas no acaban teniendo demencia", dijo.
"También sabemos que hay varias cosas que una persona puede controlar y que podrían reducir el riesgo de tener demencia: hacer ejercicio, permanecer [mentalmente] activo, tener una vida social activa, mantenerse en relación con los amigos y familiares, ir al médico de atención primaria con regularidad y gestionar la propia salud general", añadió. "De modo que mi consejo para los pacientes es que sigan haciendo estas cosas".
Gardner afirmó que siguen habiendo misterios. "¿Las lesiones cerebrales traumáticas afectan solamente a una parte de la función cerebral y entonces provocan que una persona muestre señales más tempranas de demencia de las que iban a presentar igualmente sin importar la lesión? ¿La lesión cerebral traumática en realidad provoca o acelera la degeneración del cerebro?", planteó.
La investigación futura debería examinar estas cuestiones, añadió. Por ahora, "espero que estos resultados enfaticen la importancia crítica de que las personas mayores eviten las caídas", dijo Gardner.
El estudio aparece en la edición en línea del 27 de octubre de la revista JAMA Neurology.
FUENTES: Raquel Gardner, M.D., clinical research fellow, neurology department, San Francisco Veterans Affairs Medical Center; Kristen Dams-O'Connor, Ph.D., assistant professor, rehabilitation medicine, and co-director, Brain Injury Research Center, Mount Sinai School of Medicine, New York City; Oct. 27, 2014, JAMA Neurology.