Se diagnostica la afección cutánea alérgica llamada eczema a un número cada vez mayor de niños, pero normalmente se puede aliviar con tratamientos tópicos, según un informe nuevo.
El eczema es una afección crónica que normalmente empieza en la niñez, y hace que zonas de la piel se sequen, se inflamen y a menudo piquen con intensidad.
Y, tal y como han mostrado algunos estudios, el eczema parece estar en aumento.
Basándose en una encuesta realizada en las casas por parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., la prevalencia del eczema en los niños menores de 18 años aumentó entre 2000 y 2010: desde aproximadamente el 9 hasta el 17 por ciento en los niños negros; desde el 5 hasta el 10 por ciento en los niños hispanos, y desde alrededor del 8 hasta el 13 por ciento en los niños blancos.
"No sabemos con seguridad por qué es así", dijo la Dra. Anna Bruckner, una de las autoras del informe de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP).
Probablemente una mayor concienciación sobre el eczema y unas tasas más altas de diagnósticos influyan en parte, según Bruckner, que dirige el área de dermatología pediátrica del Hospital Pediátrico de Colorado.
"Pero la incidencia del [eczema] probablemente esté aumentado también", dijo.
La AAP detalló las mejores maneras de gestionar la dermatitis atópica, más comúnmente conocida como eczema, en un informe publicado en línea el 24 de noviembre en la revista Pediatrics.
Los tratamientos descritos en el informe de la AAP no son nuevos, señaló Bruckner. Pero dado que muchos niños tienen eczema (y hay tan pocos dermatólogos pediátricos), todos los pediatras deben de estar al corriente de esta afección cutánea, según Bruckner.
Una dermatóloga pediátrica que revisó el informe se mostró de acuerdo. "Los pediatras de verdad deben comprender esta afección, y cómo gestionarla", dijo la Dra. Ana Duarte, directora del área de dermatología pediátrica del Hospital Pediátrico de Miami.
Para la mayoría de los niños con eczema, los tratamientos tópicos y el cuidado cutáneo cuidadoso son suficiente para controlar la afección, según Bruckner.
Los esteroides tópicos son la piedra angular del tratamiento de la inflamación. Los productos de baja potencia, como la hidrocortisona, normalmente funcionan bien, pero los padres a menudo tienen reservas con respecto a su uso, indicó Bruckner.
"Hay muchas interpretaciones erróneas sobre la seguridad de los [esteroides tópicos]", dijo. Los esteroides tópicos orales o de alta potencia pueden provocar efectos secundarios como el adelgazamiento de la piel o incluso un retraso del desarrollo, indicó Bruckner, pero los productos más leves requeridos para la mayoría de los casos de eczema son seguros.
Duarte hizo hincapié en esta idea. "Muchos niños no reciben tratamiento por el miedo a los esteroides tópicos", dijo.
Pero es importante tener al eczema bajo control, según Duarte. "La picazón puede afectar de forma grave a la capacidad de los niños de pasar el día en la escuela, o de dormir bien por la noche", dijo.
Y para los niños con sarpullidos visibles, añadió Duarte, pueden haber consecuencias emocionales. "Pueden ser víctimas de burlas o de acoso", señaló. "Los adolescentes pueden deprimirse. Es importante que los padres sean conscientes de eso".
Además de los medicamentos, el cuidado general de la piel es clave para aliviar el eczema, dijo Bruckner. Eso incluye aplicar agua tibia, un limpiador suave sin tintes ni fragancias, y un hidratante.
Los hidratantes de venta libre a menudo son suficiente, dijo Bruckner. Pero deberían ser tan "sencillos" como sea posible, indicó, y las pomadas son preferibles, porque son principalmente grasas, con poca o nada de agua. La vaselina, por ejemplo, es 100 por ciento grasa.
Pero al final, dijo Bruckner, el mejor hidratante es el que su hijo en realidad tolere. Si las pomadas son demasiado grasas, las cremas son la siguiente mejor opción, y luego las lociones (que son las que más agua contienen).
También hay los llamados hidratantes de reparación de la barrera, dijo Duarte. Hay marcas de receta y de venta libre, y contienen una grasa llamada ceramida, que podría ayudar a reconstruir la barrera protectora de la piel.
Algunos niños pueden beneficiarse de los tratamientos adicionales, según la AAP, que incluyen los antihistamínicos orales, que controlan la picazón y podrían ayudar a los niños a dormir por la noche.
Otra consecuencia potencial del eczema es la infección cutánea. Los niños que son propensos a ello podrían necesitar antibióticos tópicos u orales, según la AAP. En algunos casos, dijo Duarte, los "baños con lejía diluida" podrían ayudar a reducir la cantidad de bacterias que hay en la piel. Un baño de lejía diluida contiene una pequeña cantidad de lejía: se añade no más de media taza de lejía para el hogar al 6 por ciento a una bañera de agua (unos 40 galones de agua [151.4 litros]), según el informe de la AAP. La cantidad de lejía debería ser menor para las bañeras más pequeñas, afirmó el informe.
La mayoría de los niños con eczema no necesitan ir a ver a un especialista, dijo Bruckner. Pero, añadió, si la afección es grave o no está controlada adecuadamente, probablemente sea el momento de ir a un dermatólogo.
FUENTES: Anna Bruckner, M.D., director, pediatric dermatology, Children's Hospital Colorado, Aurora; Ana M. Duarte, M.D., director, pediatric dermatology, Miami Children's Hospital; December 2014, Pediatrics