En las pacientes más jóvenes

La supresión ovárica se muestra promisoria para el cáncer de mama

La supresión ovárica junto con un medicamento antiestrógeno reducían la recurrencia en las mujeres premenopáusicas.

Fuente: Medlineplus

Un tratamiento conocido como supresión ovárica que se usa junto con un medicamento antiestrógeno que normalmente se da a mujeres mayores parece reducir en gran medida el riesgo de recurrencia de cáncer de mama en algunas mujeres más jóvenes, sugiere una investigación reciente.

Este método de combinación (que usa bloqueadores del estrógeno conocidos como inhibidores de la aromatasa) fue el más efectivo de los tres tratamientos probados en mujeres con un cáncer de mama en su etapa inicial, afirmó la Dra. Prudence Francis, jefa de oncología médica del seno del Centro Oncológico Peter MacCallum en Victoria, Australia.

Francis presentará sus hallazgos el jueves en una reunión sobre el cáncer de mama en San Antonio. Los resultados del estudio se publicarán en línea simultáneamente en la revista New England Journal of Medicine.

El cáncer de mama con receptores de hormonas positivos (el tipo de cáncer de mama más común) no necesita ni estrógeno ni progesterona para crecer.

Los inhibidores de la aromatasa se usan normalmente solo para las mujeres que ya han pasado por la menopausia. En general, se cree que los "inhibidores de la aromatasa no funcionan en las mujeres más jóvenes porque [las mujeres que no han pasado por las menopausia producen] demasiado estrógeno", dijo Francis.

Francis y sus colaboradores del Grupo Internacional de Estudios sobre el Cáncer de Mama compararon los diferentes tratamientos en más de 3,000 mujeres.

Todas tenían un cáncer de mama con receptores de hormonas positivos. Se administró tamoxifeno (otro bloqueador del estrógeno) a aproximadamente un tercio de ellas, y a otro tercio se les administró tamoxifeno y la supresión ovárica. A las demás se les administró un inhibidor de la aromatasa, exemestano (Aromasin) y la supresión ovárica. Cada régimen duró cinco años.

La mayoría de las mujeres a las que se asignó la supresión ovárica eligió una inyección mensual para suprimir la producción de estrógeno en los ovarios. Las otras opciones eran la extirpación quirúrgica de los ovarios o la radioterapia a los ovarios.

Las mujeres a las que se realizó la supresión ovárica obtuvieron mejores resultados que las que tomaron solamente tamoxifeno. Y las mujeres menores de 35 años son las que obtuvieron los mayores beneficios. Sin embargo, los mejores resultados se observaron cuando la supresión ovárica se administró junto con el inhibidor de la aromatasa, señaló Francis.

En las pacientes a los que se realizó la quimioterapia y no habían llegado a la menopausia, añadir la supresión ovárica al tamoxifeno llevó a que cuatro o cinco pacientes menos de cada 100 sufrieran la recurrencia en un plazo de cinco años, hallaron los investigadores.

Pero en el grupo al que se realizó la supresión ovárica y se administró exemestano, siete u ocho pacientes menos de cada 100 sufrieron una recurrencia en ese periodo.

Los investigadores concluyeron que las mujeres que no habían pasado por la menopausia y que tomaron exemestano junto con la administración de la supresión ovárica tenían un riesgo de recurrencia un 35 por ciento más bajo que las mujeres a las que se asignó solamente el tamoxifeno.

Otro experto mostró algunas reservas sobre este nuevo método.

"Es intrigante", dijo el Dr. George Somlo, profesor de oncología médica en el Centro Oncológico Integral City of Hope en Duarte, California, que no participó en el estudio.

Pero dijo que un estudio publicado en línea en noviembre en la revista Annals of Oncology halló un riesgo más alto de mortalidad para las mujeres más jóvenes a las que se trataba con un inhibidor de la aromatasa.

La supresión ovárica se usa más frecuentemente, añadió Somlo.

Aunque añadir diferentes elementos al tratamiento podría aumentar los costos, Francis afirmó que la mayoría de los inhibidores de la aromatasa hoy en día son genéricos, de modo que son menos caros que muchos medicamentos para el cáncer más recientes.

En otro estudio que se presentará en la reunión, los investigadores del Estudio internacional sobre la intervención de cáncer de mama reportaron que el tamoxifeno redujo en gran medida el riesgo de cáncer de mama en las mujeres con un riesgo alto que lo tomaron de forma preventiva.

El estudio contó con más de 7,000 mujeres, premenopáusicas y postmenopáusicas, que tenían un riesgo alto de cáncer de mama en gran parte por sus antecedentes familiares. La mitad tomó 20 miligramos de tamoxifeno al día durante cinco años y las demás tomaron un placebo inactivo durante cinco años.

Se dio seguimiento a las mujeres durante una media de 16 años (a la mitad durante más y a la mitad durante menos tiempo).

El tamoxifeno redujo los casos de cáncer de mama en general en un 29 por ciento, pero no se observó ningún efecto contra el cáncer de mama invasivo de receptor de estrógeno negativo, según el estudio. Además, en las mujeres que contrajeron cáncer de mama, no se observaron diferencias en las muertes por cáncer de mama entre ambos grupos, de modo que el valor del tamoxifeno para reducir el riesgo de muerte por cáncer de mama es incierto, dijeron los investigadores.


FUENTES: Prudence Francis, M.D., head, breast medical oncology, Peter MacCallum Cancer Centre, Melbourne, Australia; George Somlo, M.D., professor, medical oncology, City of Hope Cancer Center, Duarte, Calif.; Dec. 11, 2014, San Antonio Breast Cancer Symposium; Dec. 11, 2014, New England Journal of Medicine