E.J. Mundell
Cuando un padre tiene antecedentes de intentos de suicidio, las probabilidades de un intento de suicidio en sus hijos se multiplican por cinco, en comparación de los hijos de personas sin esos antecedentes, halla un estudio reciente.
En un informe que aparece en la edición en línea del 30 de diciembre de la revista JAMA Psychiatry, investigadores liderados por el Dr. David Brent del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh dieron seguimiento a más de 700 hijos jóvenes y de edad adulta (de 10 a 50 años de edad) de 334 padres con trastornos del estado de ánimo, como depresión o trastorno bipolar.
Un total de 191 de los padres habían intentado suicidarse en el pasado. 44 de los hijos habían intentado suicidarse anteriormente. Otros 29 de los hijos intentaron suicidarse durante el periodo de seguimiento del estudio, de casi seis años, según el informe.
Los investigadores hallaron que unos antecedentes de intentos de suicidio en un hijo se asociaban firmemente con unos antecedentes similares en los padres de ese hijo, incluso tras tomar en cuenta cualquier trastorno del estado de ánimo común entre padre e hijo.
Las conductas de "agresividad impulsiva" se vincularon de cerca con los trastornos del estado de ánimo, halló el equipo de Brent, "y podrían ser el objetivo de intervenciones diseñadas para prevenir que los jóvenes con un riesgo familiar alto intenten suicidarse".
Dos expertos afirmaron que el estudio pone el foco en los niños "en riesgo".
"Los padres con antecedentes de depresión, trastorno bipolar y/o intentos de suicidio deben de ser conscientes del riesgo potencial de sus hijos y ser proactivos a fin de obtener una evaluación si el niño experimenta depresión u otros síntomas psiquiátricos", planteó el Dr. Jeffrey Borenstein, presidente y director ejecutivo de la Brain & Behavior Research Foundation, en la ciudad de Nueva York.
"Igual que los padres buscan ayuda profesional si les preocupa la salud física de sus hijos, deben ser proactivos al observar la salud mental de sus hijos y buscar una evaluación profesional si les preocupa", aconsejó Borenstein.
El Dr. Scott Krakower es jefe asistente de la unidad de psiquiatría del Hospital Zucker Hillside en Glen Oaks, Nueva York. Dijo que "si los adolescentes muestran señales o síntomas de un trastorno del estado de ánimo, es importante que reciban tratamiento lo antes posible. Los padres que se enfrentan a un trastorno del estado de ánimo también deben buscar ayuda, para ayudar a fomentar una relación mejor con sus hijos".
En cuanto a las señales de advertencia, Krakower dijo que "la agresividad impulsiva con frecuencia se pasa por alto, y puede aumentar el riesgo de suicidio. Es importante asegurar que los jóvenes reciban tratamiento para ayudar a aprender mejores formas de regular sus emociones".
FUENTES: Scott Krakower, M.D., assistant unit chief of psychiatry, Zucker Hillside Hospital, Glen Oaks, N.Y.; Jeffrey Borenstein, M.D., president and CEO, The Brain & Behavior Research Foundation, New York City; JAMA Psychiatry, news release.
Riesgo familiar
Los intentos de suicidio de los padres hacen más probable que sus hijos lo intenten
La conducta suicida parece ser cosa de familias y ciertas afecciones ponen a los niños en un mayor riesgo.
Fuente: MedlinePlus