Una asociación que merece estudiarse

Un estudio vincula los saunas con un riesgo más bajo de muerte

Un uso más frecuente y unas sesiones de más duración redujeron las probabilidades incluso más, pero no se probó causalidad.

Fuente: Medlineplus

Sudar en un sauna caliente puede resultar relajante, y una investigación reciente sugiere que también podría ser bueno para la salud del corazón.

Un estudio de Finlandia encontró que los hombres que usan saunas con frecuencia tienen menos probabilidades de morir de enfermedad del corazón. El riesgo de los hombres era incluso más bajo cuando visitaban saunas con más frecuencia en una semana, y cuando pasaban más tiempo en un sauna en cada sesión, reportaron los investigadores.

Los hallazgos podrían hacer que los cardiólogos se replanteen la preocupación común sobre exponer a los pacientes cardiacos al calor del sauna, comentó el Dr. Paul Thompson, director médico de cardiología del Hospital Hartford en Hartford, Connecticut, y miembro del Consejo de Cardiología de los Deportes y el Ejercicio del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology).

"Como cardiólogo, he desalentado a los pacientes de usar un sauna, por la preocupación de que el calor haga que el sistema cardiovascular de la persona se esfuerce", dijo Thompson. "Quizá no debamos restringir tanto a los pacientes".

Aunque el estudio halló una asociación entre el uso del sauna y una mejor salud cardiaca, no pudo probar una relación causal entre esos factores.

El Dr. Elliott Antman, vocero de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), explicó que "no sabemos con certeza que usar el sauna fuera la causa definitiva de la tasa más baja de eventos cardiovasculares observada en los individuos que usaron el sauna".

"Quizá los individuos que usan el sauna están interesados en un estilo de vida más saludable. Aquí quizá haya factores de confusión que expliquen la observación", dijo Antman, que también es cardiólogo del Hospital Brigham and Women's y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston.

El estudio aparece en la edición del 23 de febrero de la revista JAMA Internal Medicine.

En el estudio, los investigadores estudiaron a más de 2,300 hombres de mediana edad de la parte oriental de Finlandia. Los hombres tenían entre 42 y 60 años de edad. Los investigadores siguieron su salud durante un promedio de dos décadas.

El uso frecuente de saunas pareció reducir el riesgo de muerte por problemas cardiacos de forma constante.

El riesgo de muerte cardiaca súbita fue un 22 por ciento más bajo después de entre dos y tres sesiones en el baño de sauna por semana, y un 63 por ciento más bajo con cuatro a siete sesiones de sauna por semana.
El riesgo de enfermedad cardiaca letal fue un 23 por ciento más bajo con entre dos y tres sesiones en el sauna por semana, y un 48 por ciento más bajo con cuatro a siete sesiones de sauna por semana.
El riesgo de muerte por enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular (ACV) fue un 27 por ciento más bajo con dos a tres sesiones en el sauna por semana, y un 50 por ciento más bajo con cuatro a siete sesiones en el sauna por semana.
El uso frecuente de un sauna incluso pareció reducir el riesgo general de muerte de un hombre. Los hombres que visitaban un sauna dos o tres por semana tenían un riesgo de muerte un 24 por ciento más bajo, mientras que los que iban de cuatro a siete veces por semana experimentaban una reducción del 40 por ciento en comparación con una sola sesión de sauna por semana.

La duración de las sesiones de sauna también pareció ser importante. En comparación con los hombres que pasaban menos de 11 minutos en el sauna, el riesgo de muerte cardiaca súbita fue un 7 por ciento más bajo para las sesiones de sauna de 11 a 19 minutos, y un 52 por ciento más bajo para las sesiones de más de 19 minutos, según el estudio.

"Mientras más frecuentemente se usaba el sauna y más tiempo se pasaba en él, menos probable parecía ser el riesgo de muerte relacionada con el corazón", comentó Antman.

El motivo de que los saunas parezcan ser buenos para el corazón no está claro, pero Thompson dijo que los saunas ofrecen al corazón de una persona el tipo de estrés saludable que también ocurre durante el ejercicio.

"Los autores apuntaron que hay muchos estudios que hacen que el sauna se parezca mucho al ejercicio", apuntó Thompson. "El sauna aumenta la frecuencia cardiaca, el músculo cardiaco aprieta de forma más vigorosa, y la temperatura aumenta. Tiene cierto sentido racional".

La relajación que ofrece el sauna también podría ayudar, planteó la Dra. Suzanne Steinbaum, cardióloga preventiva del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York.

"Sabemos que reducir el estrés y aumentar el tiempo de ocio, sobre todo interactuar con otras personas, puede proveer la receta perfecta para reducir la enfermedad cardiovascular", dijo Steinbaum. "Este estudio nos recuerda los beneficios críticos y esenciales para el corazón que un poco de recuperación y descanso pueden proveer, y quizá uno de los mejores lugares para lograrlo sea el sauna".

Pero no hay garantía de que una persona que sude en cualquier tipo de habitación caliente obtendría los mismos beneficios, advirtió el Dr. David Friedman, jefe de servicios de insuficiencia cardiaca del Hospital Franklin de North Shore-LIJ en Valley Stream, Nueva York.

Un sauna finlandés tradicional tiene aire seco, con una humedad que se mantiene entre el 10 y el 20 por ciento, y una temperatura de entre 176 y 212 ºF (80 a 100 ºC) al nivel del rostro del usuario, dijeron los autores del estudio en las notas de respaldo. La humedad se aumenta esporádicamente al echar agua en rocas calientes.

"Es difícil sacar conclusiones generales o mostrar beneficios similares con otros tipos de tratamientos de spa, como el jacuzzi y los baños de vapor", dijo Friedman.

Los investigadores controlaron los datos para tomar en cuenta la salud existente y también la aptitud cardiaca de cada persona, pero Antman dijo que debido al diseño del estudio, no se puede afirmar si el tiempo pasado en un sauna mejoraba de forma directa la salud del corazón.

Lo más importante es que nadie debe dar por sentado que usar un sauna sea un sustituto de comer una dieta saludable para el corazón, hacer ejercicio con frecuencia, mantener un peso saludable y prestar atención al colesterol y la presión arterial, añadió Antman.

"No suponga que solo usar un sauna es todo lo que necesita para protegerse", aconsejó. "Hay un estilo de vida integral saludable para el corazón que es importante".


FUENTES: Paul Thompson, M.D., medical director of cardiology, Hartford Hospital, Hartford, Conn., and member, of the American College of Cardiology Sports and Exercise Cardiology Council; Elliott Antman, M.D., spokesman, American Heart Association, and cardiologist, Brigham and Women's Hospital and Harvard Medical School, Boston, Mass.; Suzanne Steinbaum, M.D., preventive cardiologist, Lenox Hill Hospital, New York City; David Friedman, M.D., chief of heart failure services, North Shore-LIJ's Franklin Hospital, Valley Stream, N.Y.; Feb. 23, 2015, JAMA Internal Medicine